El trabajo de investigación de la historia de una ciudad requiere del apoyo incondicional de los archivos que resguardan todos sus acontecimientos. En el caso del Neuquén, ciudad capital que cumplirá en septiembre 120 años de vida, su historia, tan reciente, se encuentra atesorada en sus libros copiadores, de registros, fotografías.
El Archivo nació bajo el nombre de Archivo Central e Histórico con dependencia de la Secretaría de Coordinación Ejecutiva a través de Mesa General de Entradas. Marchó al compás de la municipalidad hasta que en 1991 se le dio carácter de Dirección Archivo Central e Histórico. En 1995 se lo fusionó junto a la Dirección de Digesto para conformar un Centro de Documentación e Información Municipal. Durante la intendencia de Horacio Quiroga, desde 1999 a 2003, el Archivo Histórico fue vinculado a la Secretaría de Cultura. Es acá donde adquirió independencia temática y se fortaleció a través de exposiciones, documentales históricos, escuelas y publicaciones sobre historia de la ciudad en convenio con la Universidad Nacional del Comahue.
Actualmente el Archivo, aliado indispensable de todos los investigadores neuquinos, depende de la Secretaria de Gobierno, Subsecretaría de Vinculación Ciudadana, Dirección Municipal de Gobierno.
En varias oportunidades hemos escrito acerca del Archivo Histórico Municipal y hemos enfatizado en la importancia relevante de su actuación en pos del rescate de la historia ciudadana neuquina.
El decreto mencionado establece que su función es ordenar, custodiar y conservar los documentos de más de treinta años con valor histórico para la ciudad, como así también confeccionar instrumentos de información con el fin de permitir conocer los documentos individual y colectivamente. Poner a disposición del público los documentos históricos bajo su custodia, previo cumplimiento de los requisitos que marquen las normas de apertura del acceso, gestionar el rescate de documentos y piezas de valor histórico, impulsar la difusión del material mediante folletos, exposiciones, medios de comunicación, mantener una permanente comunicación con archivos de otras provincias y ciudades a fin de intercambiar información tendiente a la formación de un centro de datos que resulten de interés para historiadores, investigadores y estudiantes. Y elevar un informe anual de las actividades realizadas.
La memoria institucional de Neuquén
De más está decir que los Archivos son la memoria institucional, lo que los convierte en una fuente única de información sobre programas, medidas y procedimientos del pasado urbano, en este caso. Estas memorias se guardan en los “libros copiadores” que abarcan el período 1904 a 1976. Es un tesoro de la memoria de la ciudad, pero su papel es sumamente delicado, por lo que el personal del Archivo duplicó mediante fotocopias hoja por hoja, lo que insumió alrededor de 400.000 copias ordenadas y encuadernadas que se pueden consultar sin temor a destruir el material. En ellos encontramos el pensamiento y la obra de los hombres y mujeres que fueron construyendo nuestra ciudad, entre tantas.
De la misma manera, hay Libros de Actas, Digestos, libros contables, expedientes de tierras fiscales, expedientes de temas varios, biblioratos con recortes de publicaciones. Entre sus labores, su personal realizó bibliografías y muestras itinerantes de temas relacionados con la historia de la ciudad, extensiones educativas a los establecimientos primarios y secundarios de la Capital, a través de la exposición de fotos antiguas y gigantografías.
Celebramos su nuevo aniversario como aliado custodio de nuestra memoria colectiva. Y agradecemos profundamente a las personas que llevan a cabo tan enorme tarea en pos del rescate histórico.