Vacunas del coronavirus: estos son los principales bulos que circulan por España y has de tener en cuenta

¿Quién no ha escuchado en los últimos dos años de pandemia que nos implantan microchips con la vacuna del coronavirus? ¿O que al inmunizarnos cambia el ARN mensajero de nuestro ADN? Estos han sido los bulos más frecuentes que se han difundido por los grupos antivacunas en este tiempo, pero no los únicos.

A la vez que España y el mundo entero avanzaban en la lucha contra el covid y en la investigación de las vacunas y, posteriormente, en la inmunización de la sociedad, emergían grupos antivacunas que soltaban noticias falsas para intoxicar a la gente y que se unieran a su rechazo a la vacunación. Muchos, eso sí, de forma inconsciente, porque casi la mitad de los españoles desconocía la existencia de grupos antivacunas antes de que estallara la pandemia.

Así se desprende de los resultados del I Estudio sobre Bulos en Vacunas, realizado por el Instituto #SaludsinBulos y Doctoralia, en colaboración con la Asociación Española de Vacunología (AEV). Según este estudio, los bulos más frecuentes difundidos por las redes sociales en el último año han sido: la implantación de los microchips con las vacunas (53%), la modificación del ARN mensajero de nuestro ADN tras la inmunización (35%) y que las vacunas tienen grafeno y atraen los metales (33%). Seguro que la mayoría recuerda esas fotos en las redes de cucharas pegadas al brazo vacunado…

Además, según el mismo estudio, el 77% de los españoles afirma conocer al menos alguno de los bulos sugeridos en la encuesta, bien por haberlo recibido personalmente o por haberlo recibido un familiar o amigo, mientras que la mitad considera que la información que ha recibido sobre vacunas durante la pandemia ha sido suficiente.

La confusión y el miedo, claves para la propagación de bulos

Carlos Mateos, coordinador de #SaludsinBulos, advierte que «los antivacunas aprovechan la confusión y el miedo para extender su discurso, sobre todo en medios y comunidades extremistas, en contra de los valores democráticos o de la evidencia científica, que consideran corrompida. El problema no es que les crean esas comunidades, sino que crean dudas en una parte de la población que acaba desconfiando de su médico y que deja de seguir el calendario vacunal recomendado, con lo que se ponen en peligro ellos y todo su entorno».

Más de 1.100 pacientes de toda España han participado en esta encuesta online para conocer el impacto de los bulos en la percepción de los ciudadanos sobre las vacunas. Y es que llegar a ellos es más fácil cuando los ciudadanos necesitan buscar información en internet. En concreto, el 56% de los encuestados reconoce haber navegado por internet en busca de información sobre la vacunación.

El doctor Luis Ignacio Martínez Alcorta, vocal de innovación de la AEV, valora este estudio como «una iniciativa necesaria para que, con muestras representativas de la población, se conozcan las amenazas a las que se enfrenta la ciencia y de esta manera se pueda hacer frente a la manipulación de ciertos sectores». «Estos grupos polarizan a la población y obvian los avances que en materia de salud se han logrado, tanto con las vacunaciones como con otras medidas preventivas», añade el experto.

Los canales por los que circulan los bulos

Según los entrevistados, WhatsApp es la principal vía por donde se reciben los bulos (43%), seguido de los medios de comunicación (42%) y Facebook (41%). En menor proporción, los españoles creen que las noticias falsas circulan a través de Twitter, Instagram, You Tube y Telegram. Si bien algunas de estas plataformas han puesto barreras a los bulos -es el caso de Twitter, Facebook y Ypu Tube-, otras como Telegram sirven de refugio para los grupos antivacunas porque no hay un control específico al respecto.

La capacidad de las noticias falsas de condicionar a la sociedad se refleja en las propias consultas médicas. Y es que 1 de cada 3 pacientes afirma que ha transmitido sus dudas a su especialista y muchas de estas consultas estaban relacionadas con la seguridad y eficacia de las vacunas.

El doctor Martínez Alcorta agradece «la contribución de los profesionales de la comunicación en la lucha contra los bulos, pues a través del análisis que se puede desprender de este tipo de estudios es posible esbozar la magnitud del problema e impulsar que desde la administración sanitaria y educativa se pongan en marcha medidas para promover hábitos de vida saludables y combatir la desinformación».

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Fuente: ABC