Berlín siempre ha sido, y posiblemente siempre será, una ciudad de espías. Espías que en rara ocasión ocupan un rol tan glamuroso como el que les atribuye la cinematografía, pero que tampoco suelen ocultarse tras tapaderas tan pedestres como el último en ser descubierto, un electricista contra el que la Fiscalía general alemana acaba de presentar cargos por haber pasado a la inteligencia rusa nada menos que los planos del Bundestag, la sede del parlamento alemán.
Se trata del ciudadano alemán Jens F. y es empleado de una empresa de electricidad que en varias ocasiones ha sido contratada por el Bundestag. «Entre finales de julio y principios de septiembre de 2017, el sospechoso decidió, por iniciativa propia,
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Fuente: ABC