Evacúan a 264 militares de la acería Azovstal en Mariúpol y Rusia asegura que se han rendido

Este lunes 265 militares ucranianos defensores de la acería Azovstal, el último reducto de resistencia en la ciudad portuaria de Mariúpol, fueron evacuados a la localidad de Olenevka, en la autoproclama República Popular de Donetsk. Entre ellos había 51 con heridas graves, que fueron enviados a un hospital en la localidad de Novoazovsk, también bajo control de las fuerzas prorrusas.

El ministerio de Defensa ruso ha asegurado que todos ellos se han entregado. «En las últimas 24 horas, 265 combatientes depusieron sus armas y se rindieron, incluyendo 51 que estaban gravemente heridos», reza el comunicado castrense ruso. La misma información ha sido difundida también por las autoridades separatistas de Donetsk.

Mientras, la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshuk, ha anunciado este mediodía que la «operación humanitaria para salvar a los defensores de Azovstal continúa».

En los sótanos de la acería, según distintas fuentes, podría haber todavía más de mil combatientes ucranianos del batallón Azov, unidad que Moscú considera un grupo «nazi», de los cuales unos 600 estarían heridos.

Sin embargo, el asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, ha admitido que las negociaciones para intercambiar a los prisioneros ucranianos de Azovstal «están siendo muy difíciles aunque hay esperanza».

El presidente Vladímir Putin, necesitado de algún triunfo que presentar a su ciudadanía y que al lanzar la actual ofensiva en Ucrania precisa que uno de sus objetivos es «desnazificar» y «castigar» a los extremistas neonazis ucranianos, difícilmente va a aceptar el canje de los combatientes del batallón Azov. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no obstante, ha señalado que los prisioneros de Azovstal «serán tratados de acuerdo con los estándares internacionales».

La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar, dijo el lunes por la noche en relación con los militares en poder de las fuerzas rebeldes de Donbass que «para lograr su regreso a casa, se realizará un procedimiento de intercambio. Con respecto a los defensores que aún permanecen en el territorio de Azovstal, las medidas de rescate se seguirán llevando a cabo con esfuerzos conjuntos». Según sus palabras, «los defensores de Mariúpol cumplieron en su totalidad las tareas asignadas por sus mandos. Desafortunadamente, no tenemos la oportunidad de liberar a Azovstal por medios militares». Malyar subrayó que «ahora la tarea común más importante para Ucrania y el mundo entero es salvar las vidas de los defensores de Mariúpol».

De igual forma se expresaba en un comunicado el Estado Mayor del Ejército ucraniano: «La guarnición de Mariúpol completó su misión de combate. El más alto mando militar emitió una orden a los comandantes de las unidades ubicadas en Azovstal para salvar la vida de sus efectivos». Gracias a ellos, prosigue la nota, «pudimos disponer del tiempo que necesitábamos de manera crítica para crear reservas, reagrupar fuerzas y recibir asistencia de nuestros aliados. Los defensores de Mariúpol son los héroes de nuestro tiempo. Estarán para siempre en la historia».

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha manifestdo que «nuestros militares han lanzado la operación para rescatar a los defensores de Mariúpol (…) el trabajo continúa y se necesita delicadeza» para su exitosa culminación. «Gracias a las acciones del ejército ucraniano, la inteligencia, el equipo negociador, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la ONU, esperamos poder salvar la vida de nuestros muchachos», ha señalado Zelenski.

El «corredor humanitario» en Azovstal para evacuar a los militares ucranianos dispuestos a deponer las armas ha sido organizado por el Ministerio de Defensa ruso. Para ello, se ha declarado un alto el fuego momentáneo. Según Moscú, el operativo ha sido consensuado con el Ejército ucraniano.

Mariúpol empezó a ser atacada desde el día siguiente a inicio de la invasión rusa, el pasado 24 de febrero, y ha estado asediada durante casi dos meses. La ciudad cayó el pasado 21 de abril, pero no así la siderúrgica Azovstal, contra la que las tropas rusas se han empleado a fondo con artillería, misiles, aviación y, según denuncia Kiev, se han empleado incluso armamentos prohibidos como bombas de fósforo.

El Kremlin afirma que Rusia atraviesa una «tormenta perfecta»

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha destacado que el país atraviesa lo que ha considerado como la «tormenta perfecta» y ha instado a calificar de «hostiles» a los países «poco amistosos» con el Gobierno ruso.

«Vivimos condiciones similares a los de una tormenta perfecta, un momento de verdad, y esa misma tormenta debe garantizar y proteger nuestros intereses, hacer nuestras vidas más fáciles, más cómodas, más estables y más seguras», ha aseverado antes de expresar su «confianza» en las políticas de Moscú en plena invasión de Ucrania.

«Confiamos en que todo saldrá bien y creemos que ganaremos y lograremos nuestros objetivos». ha dicho, según informaciones de la agencia de noticias Interfax. Así, ha defendido que Moscú cuenta con el «apoyo de su población».

En este sentido, ha señalado que el presidente, Vladimir Putin «sabe hacia donde dirige el país». «Vemos un consenso político y un nivel de apoyo hacia el presidente desde todo el país», ha recalcado. En este sentido, ha indicado que Putin cuenta con el «respaldo de los jóvenes», el «apoyo de todas las generaciones».

Sobre el final de la guerra, Peskov ha recalcado que la crisis «acabará» y ha subrayado que «la voz de Rusia debería escucharse». «Todas las guerras terminan en paz, y esa paz será una en la que se nos escuche, en la que estemos cómodos y seguros», ha dicho.

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Fuente: ABC