Una delegación de rescatistas, junto a un minero voluntario y un buzo, han llevado a cabo durante dos horas y media una exploración del pozo
A los más de 100 muertos que se han registrado desde 2006 en la zona minera especializada en la extracción de carbón, en el estado de Coahuila, habrá que sumar los diez mineros sepultados en un pozo en la zona de El Pinabete. La misión del operativo de rescate se da por concluida debido a la falta de seguridad para que rescatistas profesionales accedan a los pozos inundados en los que se encuentran los desaparecidos. Ha transcurrido una semana y un día desde que colapsara la mina de Sabinas el 3 de agosto a las 13:35 horas. El problema fue el río homónimo que la circunda unido a los trabajos en una cavidad anexa repleta de agua que acabó colapsando. Los diez jornaleros que picaban en esta mina abandonada hace 40 años acabaron sepultados y otros cinco gracias a la gran cantidad de aire expulsada, alertados por el estruendo y casi expulsados por la misma inundación acabaron saliendo a tiempo.
La esperanza de los familiares pasaba porque se hubieran guarecido en una burbuja de aire entre las estrechas cavidades, alentados por historias similares de supervivientes transcurridos ocho días. Finalmente, el Equipo de Respuesta Inmediata del Ejército mexicano dio por terminada la misión «al no ofrecer las condiciones necesarias de seguridad» para los buzos que protagonizaban el rescate. Intentaron acceder al pozo 4, de 60 metros de profundidad, mediante una jaula de metal, conocida como la ‘cápsula de la vida’ y que suele subir y bajar a la mina a los trabajadores accionada mediante una polea impulsada por un motor. El pasado miércoles llegaron a confirmar la retirada de los pivotes que obstaculizaban el acceso a dicha cavidad por lo que un buzo adscrito a la Secretaría de la Defensa Nacional pudo acceder a una exploración inicial.
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Los mineros afectados carecen de agua y comida entretanto sus familiares esperaban en el exterior aguantando temperaturas de 40 grados, carentes de un acceso digno al aseo y apartados de la zona de rescate con lonas y una alambrada. Unido a la información opaca y a cuentagotas que se les ofrecía, el grupo abucheó al presidente López Obrador cuando visitó el lugar a lo que él respondió que «esa humillación» iba pareja al cargo del jefe del Poder Ejecutivo. Los familiares le acusaron de jugar con su dolor para conseguir la fotografía. Muchos continúan a la espera de noticias y se niegan abandonar la zona sin que recuperen a sus allegados. La desesperación acumulada incrementaba, en estos ocho días, por noticias esperanzadoras. Así las autoridades mexicanas les llegaron a informar de estar a unas pocas horas de dar con la mina en la que se hallaban los afectados. El martes se dio a conocer que se perforarían cinco pozos más extrayendo el agua acumulada para dar con los diez mineros.
De poco ha servido los 600 efectivos entre agentes del Ejército, bomberos y rescatistas que intentaron durante las 24 horas el ansiado descubrimiento de los mineros siniestrados. 25 bombas extractoras, siete perforadoras, dos drones submarinos, 37 vehículos de bomberos y cinco ambulancias completaban una misión que se ha visto suspendida por la imposibilidad de un rescate que ha tenido en vilo a parte de México y a medio mundo.
Fuente: ABC
