Sanidad recomienda restringir el consumo de acelgas, espinacas y borrajas en niños menores de 3 años

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha actualizado las recomendaciones sobre el consumo de acelgas, espinacas y borrajas en los bebés y niños menores de 3 años con el obejetivo de reducir la exposición a los nitratos presentes en estas variedades de hortalizas de hoja.

El riesgo para los bebés y niños muy pequeños reside en la manera que tienen por edad de metabolizar estos nitratos, ya que entre otros factores, tienen una menor acidez de su estómago, lo que promueve el crecimiento de microorganismos capaces de reducir el nitrato a nitrito. El problema con el exceso de nitritos es que dificultan el transporte de oxígeno a través de la sangre y puede originar metahemoglobinemia, cuyo signo más característico es la cianosis, lo que a menudo se denomina «síndrome del bebé azul» por el color que adquiere la piel del pequeño ante la disminución de la saturación de oxígeno en sangre.

Las principales novedades con respecto a las recomendaciones que ofrecía la Aesan en 2011 son la inclusión de las borrajas, cuyo consumo no se recomienda antes de los 3 años de vida; y la reducción y/o especificación de las cantidades que puede tomar diariamente la población infantil de los otros dos vegetales.

Se mantiene la recomendación de no incluir acelgas y espinacas en los purés durante el primer año de vida. En caso de utilizarlas, la Aesan se muestra ahora más precisa y recomienda que, en bebés de 3 a 6 meses, el contenido de espinacas y/o acelgas no sea mayor de 25 gramos/ día; mientras que en niños de 6 a 12 meses, no debería superar los 35 gramos/ día. En las indicaciones de 2011 para esta franja de edad solo se aconsejaba que el contenido de estas dos hostalizas no fuera mayor del 20% del contenido total del puré.

La Asociación Española de Pediatría (Aep) considera que esta parte del texto genera «confusión» ya que, por un lado, se recomienda no tomarlas en los bebés menores de un año y, por otro, se indican cantidades máximas en caso de hacerlo. «Desde la Aep no se recomienda el consumo de estas tres hortalizas por debajo del año de edad y tampoco hay necesidad de comerlas en esa etapa porque existen muchas otras opciones de vegetales con menor cantidad de nitratos como la judía verde, zanahoria, patata, puerro, calabacín, etc», señala a ABC el doctor José Manuel Moreno Villares, coordinador del Comité de Nutrición de la Aep.

Este experto tampoco considera acertado que se incluya en las recomendaciones de ingesta de estas hortalizas a los niños menores de 4 meses, puesto que antes de esa edad y preferiblemente hasta los seis meses, no deberían tomar nada que no sea leche. «Por debajo de los cuatro meses no hay ventajas y sí inconvenientes en introducir alimentación complementaria. Y entre los 4 y los 6 meses dependerá de las necesidades del niño y la familia», matiza el portavoz de la Aep.

Para los menores de entre 1 y 3 años también hay cambios en el nuevo documento de Aesan. Si antes se indicaba no dar más de una ración de espinacas y/o acelgas al día, ahora se reduce a media ración (45 gramos/día). Lo que no cambia en esta etapa es la recomendación de no ofrecer estas hortalizas a niños que presenten infecciones bacterianas gastrointestinales.

Con la borraja, la Aesan se muestra más contundente. Aconseja no ofrecerla antes de los 3 años de vida, sin excepciones. No en vano, un estudio realizado en el Hospital Público de Navarra, entre los años 1987 y 2010, que analizó 78 casos de metahemoglobinemia en niños de entre 4 y 18 meses de edad, concluyó que, de los vegetales consumidos, la borraja era la que tenía los niveles más altos de nitratos. El trabajo fue publicado en 2013 en « Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition».

Cocerlas y refrigerarlas para reducir nitratos

El texto de Aesan recuerda en su actualización la importancia de no mantener a temperatura ambiente las verduras cocinadas (enteras o en puré). Hay conservarlas en frigorífico si se van a consumir en el mismo día, y si no, congelar. Se añade como nuevo consejo el lavado y la cocción de las verduras (desechando siempre al final el agua resultante), ya que ayudan a reducir el contenido en nitratos.

«Los nitratos están en el suelo de forma natural. Las plantas los absorben y utilizan para crecer. Algunas verduras pueden acumular muchos nitratos, especialmente si reciben poca luz, por lo que el riesgo de que se acumulen es mayor en vegetales de invierno y en los países del norte de Europa», explica a ABC Miguel Ángel Lurueña, doctor en ciencia y tecnología de los alimentos y autor del blog «Gominolas de petróleo». Sin embargo este experto matiza que el consumo excesivo de los nitratos solo supone un riesgo en los niños muy pequeños y no en el resto de la población. «No cabe duda de que las verduras son saludables para toda la población y, en el caso de los adultos, no hay ningún problema con los nitratos», matiza.

En cualquier caso, el doctor José Manuel Moreno Villares asegura que es excepcional encontrar hoy en día en consulta casos de metahemoglobinemia por un consumo excesivo de nitratos, ya que los pediatras informan a los padres previamente de estas recomendaciones sobre las borrajas, acelgas y espinacas.

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Fuente: ABC