La llegada al poder de un canciller socialdemócrata en Alemania significa un cambio sustancial en la distribución ideológica dentro de la Unión Europea. Sánchez era hasta ahora el líder socialista más importante de la UE porque España es el país más grande con un Gobierno de izquierdas y la llegada de su colega alemán suma efectivos a este grupo político, pero le resta protagonismo a Sánchez. Falta saber si Scholz va a estar interesado en las batallas que quiere dar Sánchez, ya sea en materia económica o política dentro de las instituciones.
El primer elemento será sin duda la cuestión de la elección del nuevo presidente del Parlamento Europeo, puesto que ahora está el socialista italiano David Sassoli pero en virtud del pacto de legislatura con el centroderecha le corresponde a partir de enero a un popular.
Sánchez está promoviendo la idea de romper el pacto y elegir a otro socialista, incluso a la española Iratxe García, ahora portavoz del grupo en la Eurocámara, bajo el pretexto de que ahora hay menos gobiernos populares que hace dos años y medio. Esa pirueta solo sería posible si Alemania estuviera de acuerdo, pero no parece probable que el nuevo canciller quiera empezar su gestión europea con una medida de este calibre que dejaría en muy mal estado lo que queda de legislatura europea. Sánchez puede optar por negociar este voto con Alemania a cambio de su apoyo en otros temas, pero es poco probable que pueda imponer su criterio.
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Fuente: ABC
