Rusia bombardea el centro de Kiev mientras los líderes mundiales se reúnen en Alemania

Hacía tiempo que Kiev, la capital de Ucrania, no sufría bombardeos, pero el domingo por la mañana temprano, horas antes del comienzo de la cumbre del G-7 en el castillo de Elmau, en Baviera, el Ejército ruso disparó varios misiles contra la principal ciudad ucraniana. Los proyectiles alcanzaron un edificio de viviendas de varios pisos en el barrio Shevchenkovski y una guardería infantil, según informó el alcalde de la ciudad, Vitali Klichkó.

Hay al menos un muerto y seis heridos, cuatro de ellos hospitalizados, aunque el balance de víctimas podría ser mayor al no haberse descombrado todavía la zona afectada. Los impactos causaron un fuerte incendio. Entre los cuatro hospitalizados, hay una niña de siete años y su madre.

El padre es el único fallecido contabilizado hasta ahora. Esta mismo barrio fue bombardeado en marzo y a finales de abril, coincidiendo con la visita del secretario general de la ONU, António Guterres.

El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, emitió un comunicado asegurando que el ataque tuvo como objetivo la fábrica militar Artiom y que las informaciones sobre la caída de misiles rusos en el barrio Shevchenkovski son «falsas». La nota sostiene que fue un misil ucraniano de defensa antiaérea el que destruyó varios pisos del inmueble en donde se produjeron las víctimas. El departamento castrense ruso recuerda que las misma factoría Artiom ya fue atacada en abril.

Klichkó, que acudió al lugar del siniestro, dijo que el objetivo del ataque «es intimidar ante la cumbre de la OTAN». «Nuestros militares hacen todo lo posible para prevenir los ataques contra nuestra ciudad, pero lamentablemente, no podemos garantizar la seguridad al cien por cien ni en Kiev ni en otras partes de Ucrania mientras continúe la agresión rusa», declaró el alcalde.

Denuncia a la «barbarie»

Los líderes del G-7 reaccionaron desde Alemania condenando los bombardeos en zonas civiles. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó lo sucedido en Kiev de «barbarie». El ex primer ministro sueco y actual copresidente del Consejo Europeo de Exteriores, Carl Bildt, manifestó que «es difícil percibir los ataques con cohetes en áreas residenciales de Kiev como algo que no sea una escalada deliberada de Rusia y una advertencia para la cumbre del G-7».

El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, insistió en que «la cumbre del G-7 debe responder con más sanciones contra Rusia y más armas pesadas para Ucrania». Según sus palabras, es necesario «vencer al imperialismo enfermizo» de Moscú. Los bombardeos se extendieron también a la ciudad de Járkov, la segunda más importante del país, y la región de Cherkass, en donde se registró un muerto por los ataques.

Mientras tanto, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, visitó por primera vez a las tropas rusas que combaten en Ucrania. Se trasladó a Donbass, pero no se reveló el lugar exacto. Las tropas rusas acaban de lograr la toma de la ciudad de Severodonetsk y tratan ahora de cercar al Ejército ucraniano en la vecina Lisichansk desde el sur. Los medios rusos señalaron que el viaje de Shoigu a la parte ocupada de Ucrania es de inspección. El ministro, no obstante, aprovechó para repartir medallas entre los militares rusos que más valor demostraron durante el combate, aunque les llamó a no bajar la guardia ya que, según sus palabras, quedan aún «muchas hazañas gloriosas por delante», dando a entender que la contienda será todavía larga.

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Fuente: ABC