Rusia amenaza con expulsar a decenas de diplomáticos de EE.UU.

El Ministerio de Exteriores ruso anunció ayer que, si no se llega a un acuerdo con Washington, todos los diplomáticos y empleados de la Embajada de EE.UU. en Rusia y de los consulados que lleven más de tres años destinados en Rusia serán expulsados. Es la respuesta a la deportación por parte de Estados Unidos de 55 diplomáticos rusos.

El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, explicó ayer que «EE.UU. aún tiene tiempo para parar la expulsión de sus diplomáticos». Según sus palabras, «las autoridades estadounidenses han establecido dos fechas en las que los trabajadores de las misiones diplomáticas rusas deben abandonar los Estados Unidos, a finales de enero y a finales de junio (…) y nosotros responderemos de forma simétrica expulsando de nuestro país el número correspondiente de personal estadounidense de acuerdo con el mismo principio».

«Pero estamos en contra de esto y proponemos que se rectifique la medida», añadió.

En octubre, Washington exigió a 55 diplomáticos rusos que abandonaran el país y aclaró más tarde que no se trata de expulsiones, ya que los afectados por la medida pueden ser sustituidos por otros miembros del Cuerpo Diplomático. El Departamento de Estado de Estado norteamericano sostuvo que estos procedimientos no tienen carácter punitivo y se introdujeron «para garantizar la paridad entre las misiones diplomáticas de Estados Unidos y Rusia», explicó Jalina Porter, subdirectora de su servicio de prensa del departamento. Moscú, sin embargo, considera tal forma de proceder deportaciones en toda regla.

En abril de este año, Estados Unidos expulsó a diez diplomáticos rusos aduciendo que entre ellos había agentes de los servicios secretos. Rusia lo negó y echó de su territorio a diez miembros del personal de la Legación norteamericana, a la que además se la prohibió contratar empleados rusos. Una de las consecuencias fue que se paralizó la emisión de visados por falta de personal consular.

La crisis diplomática entre los dos países se desató en diciembre de 2016, cuando el entonces presidente Barack Obama, a poco del final de su mandato, expulsó a 35 diplomáticos rusos e incautó a su Embajada dos mansiones, una en Centreville (Maryland) y la otra en Glen Cove, en Long Island (Nueva York). Estos lujosos edificios, argumentó la Casa Blanca entonces, fueron utilizados como nidos de espías.

Desde entonces, Rusia y Estados Unidos no cesan de intercambiar expulsiones. Ya con Donald Trump al frente del país, el presidente Vladímir Putin deportó a 755 diplomáticos y empleados administrativos, cifra sin precedentes en la historia de las relaciones entre Moscú y Washington.

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Fuente: ABC