¿Qué tratamientos hay para la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica que provoca erupciones en la piel que pican y se descaman (eccema). Aunque afecta con mayor frecuencia a la infancia (20% de los niños), puede persistir y/o aparecer por primera vez en la adolescencia o en la edad adulta (3-10% de los adultos). «El debut era más frecuente en niños, pero en los últimos años debutan en edad adulta y el por qué es la pregunta del millón», apunta la doctora Esther Serra, dermatóloga miembro de la Asociación Española de Dermatología (AEDV) y experta en esta patología.

Una de las hipótesis que podría explicar la aparición de esta enfermedad en adultos que no tuvieron manifestaciones clínicas en la infancia es que ya cuenten con un componenete genético y sea el exposoma del ambiente (el conjunto de factores de exposición a los que está sometida una persona desde el momento de su concepción hasta que muere) lo que desencadena el primer brote.

«Los pacientes atópicos con frecuencia refieren antecedentes personales o familiares de asma o rinitis alérgica o dermatitis atópica», explica a ABC Salud la doctora Serra. Hay cuatro factores intervinientes en su aparición, explica la experta: «predisposición genética, alteración de la inmunidad, disfunción de la barrera epidérmica y factores ambientales».

La percepción general es que cada vez más personas viven con esta patología. «No se sabe bien cuál es la causa de ese aumento porque ésta es una enfermedad multifactorial (donde participa la genética, la inmunidad, el ambiente y el factor barrera cutánea), pero los cambios existentes en el estilo de vida podrían ser los responsables de este incremento. Cuanto más desarrollados están los países más atopía», apunta la experta de la AEDV.

El intenso picorque genera la dermatitis atópica afecta mucho a la calidad de vida de los pacientes. Por eso, es importante que en cada caso se siga el tratamiento adecuado. Actualmente existe un arsenal terapéutico que permite controlar los brotes. Además, aunque se trata de una enfermedad crónica, casi en el 70% de los casos las manifestaciones clínicas cutáneas desaparecen en la edad adulta.

El cuidado diario de la piel es fundamental en un paciente con dermatitis atópica. Lo primer es un buen mantenimiento de la barrera cutánea con los productos de higiene y emolientes específicos para este tipo de pieles (consultar al dermatólogo y al farmacéutico). «Solo cuando hay eccema, se utilizarán corticoides tópicos y/o inhibidores de la calcineurina», explica la doctora Serra. También pueden ser necesarios corticoides orales solamente en casos muy concretos poco tiempo.

Pero si con este abordaje no se consiguen controlar los brotes, será necesario pasar al tratamiento sistémico. «Existe la posibilidad de utilizar fototerapia UVB o fármacos inmunosupresores y, si no es suficiente, actualmente contamos con un fármaco biológico que ha cambiado la vida de los pacientes», asegura la doctora Serra. La experta señala que, en un futuro cercano, se contará con más medicamentos de este tipo que permitirán un tratamiento más personalizado en casos moderados-graves.

En el tratamiento de la dermatitis, la dermatóloga también considera fundamental el consejo psicológico. «Esta enfermedad afecta mucho a la calidad de vida del paciente porque el picor que produce afecta al descanso, puede provocar ansiedad, etc. La psicóloga les hace seguimiento y les enseña técnicas de relajación. Es una parte muy importante», asegura.

Aunque vivimos en la era del "doctor Google", la doctora Serra desaconseja a los pacientes buscar información por internet. Mejor acudir directamente al especialista. «Cuanto más se tarda en ir al médico, en peores condiciones se llega», advierte.

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Fuente: ABC