Otoniel metía 70 toneladas de cocaína al año en España, el 80% de la que se mueve en nuestro país

Cuando el 25 de abril de 2020 España aún vivía incrédula sus cinco primeras semanas de encierro por la pandemia del Covid, la Policía Nacional daba uno de los mayores golpes al narcotráfico de los últimos tiempos: la Brigada Central de Estupefacientes de la Udyco interceptaba el MV Karar, un impresionante buque con más de 4 toneladas de cocaína dentro. Fue apresado en el Atlántico, cuando se acercaba a la costa pontevedresa. En la operación participaron también funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria.

Hubo 28 detenidos, 15 en alta mar y 13 en tierra, encargados de atracar y desembarcar la sustancia de la enorme embarcación en el puerto de Vigo, valorada en más de 140 millones de euros

en el mercado negro. El operativo era tan importante, que hasta allí se trasladó el entonces comisario general de Policía Judicial, Eloy Quirós, ahora jubilado.

Pues bien, quien estaba detrás de esa organización criminal no era otro que Dairo Antonio Úsuga, alias 'Otoniel', el líder supremo del clan del Golfo, el mayor capo de la coca desde la muerte de Pablo Escobar, en 1993.

Pasado como guerrillero y paramilitar

Fue, además, miembro de la guerrilla del Eército Popular de Liberación y de los paramilitares de Autodefensas Unidad de Colombia.

No hay constancia de que pusiera nunca un pie en nuestro territorio. Pero sí sus hombres, lancheros o falsos marinos mercantes, que venían a asegurar la transacción y luego se regresaban a su país. «Otoniel nunca salía de la selva», explican a ABC fuentes españolas de la lucha contra el narcotráfico.

Nuestra Policía Nacional considera la caída de Otaniel es un enorme logro no solo para Colombia, sino para Europa y España en particular. El narcotráfico, la trata de personas y el tráfico de armas son los tres negocios más lucrativos en el mundo, y, por lo tanto, de los que más difícil resulta tener cifras concretas.

Sin embargo, se considera que este capo era el responsable de alrededor del 75%-80% de la cocaína que entra anualmente en el continente, que son más de 100 toneladas. Teniendo en cuenta que la Policía captura entre el 35% y el 40%, nuestros informantes cifran en que de esa cantidad global, 70 toneladas son las que metía este sujeto en nuestro país casa año.

Pureza del 70%

Una friolera de cocaína que, añaden, es de una enorme calidad, con un 70% de pureza, antes de ser aquí adulerada, claro está. Luego, pasaba a manos de intermediarios y finalmente de los distribuidores de los distintos puntos de venta en nuestro país, que no son pocos.

De hecho, Otoniel está consideado el responsable de las tres mayores operaciones policiales contra el narcotráfico de los últimos años. En 2018, se interceptó un contenedor con 9 toneladas de polvo blanco en el puerto de Algeciras. En la operación cayó un guardia civil, encargado de franquear la entrada del envío, a sueldo del cártel del Golfo.

En términos de espectacularidad, las 3 toneladas aprehendidas en la playa de Aldán de Vigo en noviembre de 2019, también de la organización de Otoniel, se llevan la palma. La Policía española manejaba buenos datos de los servicios de Inteligencia de la inminente llegada de una embarcación a esa zona de Galicia.

'Narcosubmarino' en Galicia

Por ello, se dispusieron medios aéreos para darle caza, sin suerte. Los investigadores, sin embargo, sabían que la información que manejaban era fetén. Y sospecharon de que, en vez de un barco, podría tratarse de un semisumergible. Y así fue. Dos semanas después, este 'narcosubmarino' cayó en manos de nuestras autoridades, tanto de la Policía Nacional como de la Agencia Tributaria.

Más de tres mil kilos de 'merca de la buena' que en la calle podrían haber alcanzado el valor de más de 60 millones de euros y 3 millones de papelas de un gramo antes de su corte, que podría multiplicar esta cantidad hasta por cinco, dependiendo del 'camello'.

'Plata o plomo' en Antioquia

Por todas estas cosas, nuestro país está de enhorabuena con el golpe dado al mayor narco vivo del planeta. Un tipo que controlaba ese clan del Golfo y que cuyo poder era tal, que cuando algún otro clan pretendía pasar su alijo por la zona de Antioquia, donde se encuentra Medellín, controlada por Otoniel tenía que pagar una especie de 'impuesto revolucionario', esa práctica creada por Pablo Escobar en los años 80 y que se ha hecho popular como 'plata o plomo'.

Ver los comentarios
Fuente: ABC