Movimiento San Isidro: «La Seguridad del Estado es la que lleva Cuba, no sus políticos»

El Movimiento San Isidro (MSI), que agrupa a artistas e intelectuales independientes, ofreció este viernes los detalles del allanamiento de su sede en La Habana la noche del jueves, que desembocó en la detención de más de una docena de personas, la confiscación de material técnico y la desaparición de dos de sus miembros. Unas acciones que realizaron agentes de la Seguridad del Estado supuestamente en cumplimiento del protocolo sanitario contra el Covid. El MSI, sin embargo, lo desmintió y denunció que «intervinieron» su sede el día anterior «con la excusa del Covid-19» para poder desalojar a las personas que se encontraban en ella haciendo huelga de hambre en protesta por la detención y condena, a ocho meses de cárcel, del músico Denis Solis, acusado en un «juicio sumarísimo de falso desacato», según el informe hecho público por la ONG de defensa legal Prisoners Defenders (PD).

Continúan desaparecidos nuestros compañeros #AnamelyRamos y @LMOAlcantara Responsabilizamos al gobierno cubano por la integridad física de ambos @mbachelet@JMVivancoHRW@Mariearenaps@CubanDefenders#Cubapic.twitter.com/a6u0KE2STv

— Movimiento San Isidro (@Mov_sanisidro) November 27, 2020

«Utilizaron la entrada de Carlos Manuel Álvarez (periodista y director de la revista El Estornudo) como excusa», aseguró, durante una rueda de prensa virtual, Michel Matos, uno de los portavoces del MSI: «Militares y policía entraron vistiendo batas de médicos», argumentando el seguimiento de un protocolo sanitario por un posible foco de contagio de Covid-19. «Una excusa» para su «invasión de un domicilio privado», que Matos desmontó a continuación.

«Si hubieran estado preocupados por el contagio habrían puesto mascarillas a las personas que se podía haber contagiado en la sede por el contacto de Carlos Manuel (que estuvo en ella entre 48 y 72 horas), y no lo hicieron». Otro punto que desarma el argumento de la Seguridad del Estado es la convocatoria en el exterior de la sede del MSI de «una turba de 6o o 70 personas, que esperaba la salida de los miembros del grupo gritando consignas como "Viva Fidel, viva Raúl". Si había un foco de contagio no era lógico exponer así a tanta gente -señala-. Me parece alarmante exponer así a su propia turba». Según relató Matos, todos las personas que estaban en la sede fueron sacadas «maniatadas y sin mascarilla». Otra incongruencia.

Los protocolos: una mentira

A su vez, el artista independiente explicó el recorrido de Carlos Manuel Álvarez, con residencia en México y la persona que supuestamente podría haber sido el foco de contagio al venir del exterior de Cuba: «Carlos Manuel viajó desde Nueva York, donde se hizo una PCR que dio negativo», subrayó. El periodista llegó al aeropuerto de La Habana, vía Miami, «y entró al país como un visitante. No se le requirió ningún protocolo especial», añadió Matos. Sí reconoció, sin embargo, que en lugar de dirigirse a la dirección que había facilitado, Carlos Manuel fue a la sede del MSI, para mostrar su apoyo a los huelguistas.

Y Mato prosiguió su relato: «Las 14 o 15 personas, el portavoz del MSI no pudo precisar la cifra, fueron trasladadas a la policía, donde los agentes y militares se quitaron las batas de médico y las mascarillas delante de los detenidos. Se colocaron delante sin protección». A continuación, los detenidos fueron liberados y trasladados a sus respectivos domicilios. «Si estas personas fueran un foco de contagio por qué las liberaron inmediatamente», cuestionó Matos. «Los protocolos (del Covid) son una mentira y un disparate».

Matos también denunció la desaparición de dos de las personas que fueron detenidas: el artista de performance Luis Manuel Otero Alcántara y Anamely Ramos González -ambos han seguido la huelga de hambre-, de los que no se sabía nada desde las 6 de la mañana del viernes. «A Luis Manuel lo han tenido dando vueltas intentado colocarlo en alguna casa, pero él solo quería volver a la suya, donde no le han llevado. Tampoco le han trasladado al calabozo, que sepamos nosotros. No sabemos dónde está básicamente», reconoció. Matos se refirió también a los problemas de salud de Otero Alcántara tras una semana sin ingerir alimentos, aunque sí había comenzado a tomar líquidos recientemente: «Tiene fallos renales y orina sangre. Está mal».

Matos le pasó la palabra a continuación a Iris Ruiz, quien expuso las dos demandas que el MSI hacia al régimen cubano para levantar la huelga de hambre y las acciones de protesta: «La liberación de Denis Solís; y que se haga público dónde están Otero Alcántara y Anamely Ramos». Aprovechó su intervención para denunciar la «vigilancia permanente» a la que viven sometidos los miembros del movimiento así como aquellos que se relacionan con ellos. Y señaló que las personas que habían sido detenidas y luego trasladados a sus domicilios, «están obligados a permanecer en sus casas, sin un proceso legal».

A pesar de las detenciones, del acoso, del bloqueo de las comunicaciones (Matos aseguró que llevaba once días sin poder utilizar su teléfono), el grupo de artista no está dispuesto a ceder en sus acciones de protesta: «Seguimos en pie de batalla. Estamos haciendo un llamamiento para manifestarnos de forma pacífica, en vigilias… Ahora mismo ante el Ministerio de Cultura 70 artistas quieren respuestas y la libertad de Denis Solís. Hemos tocado la fibra en todos los lugares del mundo (la protesta pacífica, entre aplausos, llegó a congregar más de 200 personas, entre ellas se pudo ver a caras conocidas como la del actor Jorge Perugorria, que hacia las doce de la noche, hora local, fue dispersada con gas pimienta, según denuncias colgadas en las redes sociales). Este es el momento», afirmó Amaury Pacheco, que reclamó el apoyo de todos ante una situación que calificó de «muy grave»: «La seguridad del Estado es la que está llevando Cuba, no los políticos. No tenemos ninguna institución que medie contra la arbitrariedad de la Seguridad del Estado que están sufriendo los artistas, los intelectuales, la sociedad civil…»

El régimen se cansó. Este es un gobierno que no sabe de democracia, de dejar a sus ciudadanos expresarse libremente. A esta hora han comezado a reprimir con gases a los que se quieren sumar a la protesta. Además hay un enorme cerco policial en la zona y agentes vestidos de civil.

— Abraham Jiménez Enoa (@JimenezEnoa) November 28, 2020

«No queremos desestabilizar el poder», continuó Matos, pero «no vamos a parar hasta que Denis Solís haya sido liberado». A lo que añadió: «Hemos perdido la fe en el sistema judicial, que está supeditado a la Seguridad del Estado y al Partido Comunista».

Reproches a la comunidad internacional

Si bien todos los portavoces del MSI agradecieron los mensajes de apoyo recibidos del exterior, esto no evitó algunos reproches hacia la comunidad internacional: «Nos han dejado solos durante mucho tiempo. Nos nos han considerado una prioridad y han seguido negociando con el Gobierno de Cuba», señaló Matos, que confesó «no comprender» el ingreso de su país en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, producido hace unas semanas. «Por favor, abran los ojos. Necesitamos que sean respetados los derechos fundamentales de los cubanos. El mundo debe pronunciarse».

Y concluyó con un llamamiento al pueblo cubano: «Tenemos que alzar la voz. Este es el momento. No tenemos ningún temor al martirio al que nos pueden someter».

¿Qué es el Movimiento San Isidro?

El Movimiento San Isidro nació en septiembre de 2018 como respuesta directa al gubernamental Decreto 349, que amenazó con penalizar la libertad de creación artística y de expresion en Cuba. Tras la publicación del Decreto, un grupo de artistas y activistas se unieron en un conjunto de acciones para «promover, proteger y defender la plena libertad de expresion, asociacion, creacion y difusion del arte y la cultura en Cuba, empoderando a la sociedad hacia un futuro con valores democráticos». Con tal voluntad nació el Movimiento de San Isidro, que tomó su nombre del barrio habanero, pobre y marginalizado, donde tiene su sede, explica en su página web Cibercuba.

El Movimiento se ha comprometido desde entonces con la lucha por la legalización de espacios autónomos para el arte y por la libertad de expresión en todas sus variantes; ello a pesar de la constante criminalización del grupo, y de los frecuentes arrestos y atropellos sufridos por sus miembros, entre los que destacan de forma particular Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel «Osorbo» Castillo.

Con poco más de dos años de vida, el Movimiento San Isidro ha puesto en jaque en varias oportunidades al gobierno cubano, que ha ejercido la represión de forma sistemática para abortar sus iniciativas, entre ellas una performance protesta frente al Capitolio de La Habana, sede del poder legislativo, que se convirtió en el primer acto público de envergadura del grupo. Tras presiones en diferentes instancias, el gobierno cubano, a través del Ministerio de Cultura, declaró públicamente que haría una pausa a la puesta en marcha del Decreto 349. Lo que se consideró en buena medida una victoria para los miembros del grupo.

Desde entonces, los miembros del Movimiento San Isidro -grupo de estructura abierta y flexible- han sido agentes activos en la lucha por un cambio en la sociedad cubana, con el apoyo a artistas que sufren las consecuencias directas de la represión del régimen, y a otros sectores representativos de la sociedad civil independiente en Cuba. Su más reciente acción ha sido la huelga de hambre para exigir la liberación de Denis Solís, que fue reprimida este jueves.

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Fuente: ABC