Marine Le Pen, presidenta de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), se declara favorable a imponer el control de fronteras con Italia «si la epidemia del coronavirus estuviese fuera de control sanitario».
Olivier Véran, ministro de Sanidad, estima personalmente que es «muy probable» la aparición de nuevos casos de personas contaminadas con el coronavirus en Francia, pero se desea «muy prudente», cuando declara: «Al día de hoy, solo queda un enfermo contaminado, en un hospital de Lyon. Su estado no es preocupante. El resto de los casos detectados, con la excepción de un hombre de 80 años, muerto, por otras razones, ha salido de la crisis, y no son contagiosos».
Véran anuncia que el Gobierno francés se dispone a aumentar de manera significativa el número de laboratorios equipados para analizar la aparición de nuevos casos, invitando a la opinión pública a «no caer en el pánico».
Marine Le Pen, por el contrario, prefiere adoptar un tono de gravedad calculada, declarando a la emisora RTL: «El Gobierno debe estar preparado para cualquier emergencia. Prefiero que se haga demasiado que demasiado poco. De momento, parece que el gobierno de Emmanuel Macron no está haciendo lo suficiente, permitiendo los vuelos que vienen de China. Si la epidemia estuviese fuera de control sanitario, en Italia, sería necesario imponer el control de nuestras fronteras con Italia».
