Se había adelantado, desde Mejor Informado, que el MPN Azul analizaba la posibilidad de ampliar sus horizontes, con la construcción de nuevas sociedades políticas que robustezcan su conjunto de aliados, de cara al 2023 electoral. Pues bien, el primer paso fue el inicio de conversaciones con la Unión de los Neuquinos (UNE), fuerza que lidera el diputado provincial Mariano Mansilla.
UNE es aliada del MPN municipal, que conduce Mariano Gaido, y de hecho ocupa sitios de conducción en organismos capitalinos; Francisco Baggio es el subsecretario de Medioambiente, Alejandra Oehrens es la subsecretaria de las Mujeres y Fernando Schpoliansky el secretario de Finanzas. La comunión a nivel provincial, dicen, está al caer.
A lo largo de la última semana se supo que el arquitecto del sector Azul, Jorge Sapag, tuvo reuniones con Mansilla, quien a su vez se mostró cercano y hasta emocionado junto con el precandidato a gobernador, Marcos Koopmann. Fue cuando la judoca olímpica Paula Pareto le firmó el judogui que usó hace algunas décadas. La Peque vino a la provincia a participar del lanzamiento de un programa deportivo que puso en marcha la Legislatura.
Claro que las acciones generan reacciones; y bueno, el coqueteo de Mansilla con los azules, su sintonía con la gestión de Omar Gutiérrez y sus expresiones de satisfacción cuando tiene oportunidad de referirse a la simbiosis de UNE con Gaido, provocaron recelos en el bloque del Frente de Todos (FdT), que aún integra. Quien salió a reprocharle en público fue la diputada zapalina, Soledad Martínez.
No obstante, no es la única situación incómoda en la que se ha visto involucrado Mansilla, ahora en vías de pintarse de azul. Por el contrario, hace unas pocas semanas apoyó públicamente un proyecto sobre la extensión del ejido de Centenario, que presentó la oposición municipal de esa ciudad. Más aún, lo hizo en compañía del ex intendente Esteban Cimolai, adversario acérrimo del jefe comunal Javier Bertoldi (FpV).
