Maduro detiene a dos españoles del círculo cercano de Juan Guaidó, y tortura a uno de ellos

El entorno más cercano del presidente interino, Juan Guaidó, sigue bajo la amenaza del régimen de Nicolás Maduro. En solo una semana, los cuerpos de seguridad del chavismo detuvieron a tres colaboradores del líder opositor, en medio de la arremetida hacia Guaidó, a quien medio centenar de países le reconocen como presidente legítimo de Venezuela. Entre las personas detenidas, Demóstenes Quijada y Víctor Silio tienen nacionalidad española, y la oposición ha denunciado que a Quijada le han aplicado métodos de tortura para que revele información sobre otros integrantes del equipo de trabajo de Guaidó.

Quijada fue detenido el jueves tras ser imputado por terrorista. El día de su captura, la esposa del presidente interino denunció en Twitter que al hombre lo habían secuestrado unos 30 funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) del régimen de Nicolás Maduro, que llegaron a su vivienda con la excusa de que había contraído coronavirus. Al llegar a la sede de la Dgcim que funciona, igual que El Helicoide, como uno de los centros de torturas de Caracas, fue sometido a tratos crueles para que revelara el paradero de otros miembros del equipo de Guaidó, según dijo una fuente diplomática a Efe.

Por su parte, la diputada Delsa Solórzano explicó a ABC que el régimen ha asfixiado con una bolsa a Quijada para «recibir una información que nadie sabe cuál es, porque la realidad es que toda la actividad política que hace el presidente Guaidó es completamente pública, y todos sabemos que él se reúne todos los días. Lo que estamos viendo es un acoso al entorno presidencial para pretender silenciarlo a él y dejarlo inoperativo». Las amenazas de muerte también han llegado a ella por mensajes en sus redes sociales después de que Maduro dijera que se había activado «la furia bolivariana».

Pruebas fabricadas

El abogado Joel García informó que al asesor político le había sido «decretada privación de libertad por los delitos de terrorismo, asociación, ocultamiento de armas y explosivos y ocultamiento de menor cuantía de drogas», algo que calificó como «una siembra (de pruebas) más», una de las excusas del régimen para inculpar a miembros de la oposición y convertirlos en presos políticos. La mujer de Quijada explicó que los funcionarios entraron al dormitorio conyugal y ahí dejaron en un cajón dos granadas, una pistola, un artefacto explosivo y marihuana. Todo eso sirvió de «pruebas» contra el colaborador de Guaidó.

García también relató que el Dgcim intentó entrar al apartamento de Quijada de manera violenta, golpeando puertas y rejas con mandarrias, porque, según argumentaron, tenían reporte de personas infectadas por coronavirus en el interior. El perseguido negó que en su vivienda hubiese alguna persona contagia, pero los funcionarios entraron a la fuerza. «Los funcionarios destrozaron el apartamento, se llevaron computadoras, tablet, teléfonos y hasta los vehículos pertenecientes a la familia. A Demóstenes lo envolvieron en unas sábanas y a las 5 de la mañana se lo llevaron», reveló el abogado en Twitter.

El régimen de Maduro ha mantenido el mismo patrón de acoso y persecución con varios dirigentes opositores. Esa semana, funcionarios de Maduro también detuvieron a otros dos miembros del equipo de seguridad de Guaidó: Rómulo García y Víctor Silio. La oposición aseguró que los hombres se encontraban en casa de otro integrante del grupo del presidente interino: Rafael Rico, y cuando los cuerpos de seguridad acudieron al lugar en búsqueda de Rico, solo los encontraron a ellos dos, por lo que decidieron detener a García y Silio.