Tras una ceremonia ultra solemne de homenaje nacional a las víctimas y los héroes que han estado en primer línea de combate contra la pandemia, Emmanuel Macron hizo un severo «mea culpa», sabiéndose «detestado» por una parte importante de la sociedad, y se comprometió a seguir reformando para «ganar la batalla contra el paro de masas», en una Francia necesitada de «adaptarse» a la «mundialización».
Suprimido por razones sanitarias el tradicional desfile militar, en los Campos Elíseos, con mucha presencia popular, masiva, la mañana del martes se celebró una ceremonia ultra solemne en la Plaza de la Concordia (antigua Plaza de la Revolución, donde estuvo instalada la guillotina, durante el Terror revolucionario, en 1793).
El presidente de la República, su esposa, el Gobierno, en pleno, representantes del Parlamento, las más altas jerarquías militares, 2.000 soldados y 2.500 invitados, rindieron homenaje nacional a las víctimas y sus familias, al personal sanitario, a los soldados, maestros, profesores, cajeras, agentes funerarios, policías, gendarmes, bomberos, soldados y asalariados de las fábricas de máscaras y tests.
Celebrado ese gran homenaje nacional a sus víctimas y héroes, Emmanuel Macron se sometió a una entrevista relativamente tensa, retransmitida en directo por todas las cadenas de radio y televisión, abordando todos los grandes temas de la actualidad más inflamable.
De entrada, una denuncia de los estallidos de violencias étnicas y llamaradas de odio: «Pedir la dimisión del presidente, yo mismo, es normal. Forma parte de la realidad y el derecho a la crítica. Pedir la ejecución pública del presidente y su esposa es un llamamiento al odio, intolerable. He podido cometer errores. Pero sigo firme en mis convicciones: reformar Francia para hacerla más justa y más libre. He podido cometer errores. Debo corregirme. Pero debemos seguir reformando. Las reformas realizadas están dando resultados. Estamos ganando la batalla al paro de masas».
El presidente recordó la matriz de su compromiso político personal: «Construir un pacto nacional para reconciliar a los franceses consigo mismos, para hacer, junto, un país más libre y más independiente». Esa reconciliación pasa por el relanzamiento económico, la reconstrucción nacional y europea, el relanzamiento del diálogo social.
Proyectos nacionales y europeos que pasan una constatación grave: «El virus sigue ahí. La amenaza sigue siendo alta. Se han producido nuevos estallidos, aquí o allá. Debemos reforzar nuestra seguridad sanitaria. El uso de máscaras será obligatorio en todos los lugares públicos, cerrados. Hay mucha incertidumbre. Debemos seguir protegiéndonos. Si hubiese una nueva ola del coronavirus … comenzaremos por tomar la medida radical: el desconfinamiento. Esa medida ha aumentado otros riesgos, económicos, incluso médicos. Haremos todo lo imposible para evitar una nueva ola. Si llegase, intentaríamos un confinamiento más localizado, más aislado», explicó el presidente.
«Debemos temer un aumento masivo del paro. Debemos prepararnos para reformar y sostener la actividad para defender el empleo», admitió Macron.
Fuente: ABC
