Macron pide a la vez rebajar la tensión con Rusia e imponerle sanciones

Emmanuel Macron mencionó este sábado en la Conferencia de Seguridad de Múnich la posibilidad de imponer sanciones contra Rusia como forma de combatir la injerencia desde ese país en las elecciones en países europeos. El presidente francés sugirió que se trabaje en la dirección de «desescalar» la tensión con Moscú, pero al mismo tiempo instó a los socios europeos a una intervención más decidida. «Habría que activar una metodología de acción rápida y quizás también de atribución mucho más clara y fuerte y un sistema de sanciones», dijo, dando por hecho que Rusia aplica, tanto mediante actores privados como públicos o «agentes interpuestos», estrategias de influencia para obtener resultados próximos a sus intereses cuando se celebran elecciones en países europeos.

«La persona que está delante de ustedes sufrió un ataque masivo antes de la primera vuelta, así que sabe de dónde viene», relató Macron a propósito de las presidenciales de 2017 y llamando a no ser «ingenuos» en relación con los propósitos del régimen ruso. «La estrategia de Rusia ha sido la de acompañar a los movimientos políticos antieuropeos, antiinmigración, muy conservadores», explicó, «Rusia continuará intentando desestabilizar» aprovechando «vulnerabilidades enormes» en los países de la Unión Europea por tratarse de «una nueva forma de criminalidad».

Macron aprovechó además su visita a Múnich para pedir a Berlín un esfuerzo para alinear posiciones sobre el futuro de Europa y evitar el «error histórico» que supondría la ruptura del eje francoalemán. «No estoy frustrado», dijo, «pero sí muy impaciente», en referencia a la impasibilidad de Alemania ante sus reiteradas propuestas y sin mencionar el vacío en torno a la sucesión de Angela Merkel.

Advertencia del secretario general de la OTAN

El francés culpó a los EE.UU. de Trump de una política que «debilita a Occidente» y llamó al surgimiento de Europa como potencia geoestratégica, pero fue enérgicamente respondido por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que señaló que «no deberíamos competir los unos con los otros y señalar nuestras diferencias, lo que minimiza nuestras fuerzas».

Macron sumaba sus críticas a EE.UU. a las realizadas la jornada anterior por el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y a frases pronunciadas por la exministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y de los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania y Francia, Heiko Maas y Jean Yves Le Drian.

Desde la tarima de oradores, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, se burló de las quejas, declarándose «sorprendido» por el hecho de que «se nos acusa incluso de rechazar la idea de una comunidad internacional». Después, en un briefing con prensa estadounidense, fue bastante más directo: «¿Qué puedo responder? No se lo que quiere decir exactamente esta necia Conferencia, pero sí puedo decir que estoy aquí desde los noventa y que nunca he visto a nuestros amigos de Europa más ansiosos que nosotros a la hora de tomar la iniciativa. Que es lo que hacemos la mayor parte del tiempo».