Londres abre las escuelas en otro tímido paso más hacia el desconfinamiento

Boris Johnson anunció ayer las nuevas medidas que regirán en Reino Unido a partir de la próxima semana, en un paso más de la desescalada. Acompañado por el asesor médico Chris Whitty, y el asesor científico, Patrick Vallance, el premier explicó durante la rueda de prensa diaria para informar sobre la respuesta del Gobierno a la crisis que los cinco requisitos para levantar más restricciones a la cuarentena se están cumpliendo y que por tanto a partir del lunes los alumnos de infantil, primero y sexto de primaria volverán a las aulas. Además, algunas tiendas de productos no esenciales podrán abrir.

Además, grupos de hasta seis personas podrán reunirse en espacios privados al aire libre, siempre que respeten la regla del distanciamiento social. El primer ministro recalcó la importancia de que las familias no se mezclen «con múltiples hogares diferentes en una sucesión rápida» para evitar la transmisión del virus. Entre los cinco requisitos para relajar las medidas estaban que la protección del NHS (el sistema nacional de salud) estuviera garantizada, así como la caída constante en las tasas de mortalidad y de infección. Los asesores indicaron que la tasa de infección sigue siendo cercana a uno (entre 0.7 y 0.9), lo que significa que las medidas de desescalada deben hacerse «con mucho cuidado».

Según investigadores de la Universidad de Oxford, el Reino Unido tiene la tasa de mortalidad per capita por coronavirus más alta del mundo, por encima de países como Italia o España. La conclusión se debe a la elevada tasa de «mortalidad en exceso», que compara las cifras de un período del año con su promedio de los últimos cinco años para determinar cuántos personas más han muerto en comparación con lo que se esperaría en cierta época. El gobierno dice que han muerto 37.837 personas por coronavirus hasta el momento.

Los periodistas aprovecharon su tiempo de preguntas para volver al escándalo provocado por Dominic Cummings, principal asesor y mano derecha de Johnson, que se saltó el confinamiento junto a su esposa y su hijo para visitar la casa de sus padres, pero Johnson no solo interrumpió a sus asesores para que no hicieran comentarios al respecto, sino que zanjó el tema diciendo que ya había «hablado suficiente» al respecto. El líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer, acusó a Johnson de minar la labor del Gobierno al proteger a Cummings y declaró que «la falta de voluntad o la incapacidad del primer ministro de hacer lo correcto han hecho que el Gobierno parezca sin principios e indigno de confianza».

Fuente: ABC