Linfoma: Estos son los síntomas del cáncer que afecta a las células del sistema inmune

El linfoma es un tipo de cáncer que comienza en los linfocitos, células que forman parte de nuestro sistema inmune. Se desarrolla cuando se produce un fallo en la forma de actuar de los linfocitos, lo que provoca la aparición de una célula anormal que se convierte en cancerosa. Estos linfocitos cancerígenos pueden crecer en muchas partes del cuerpo, incluyendo los nódulos linfáticos, la médula ósea, la sangre, órganos diversos, etc, explican en la web de AEAL (Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia).

En nuestro país, se estima que en 2021 se diagnosticarán 9.055 casos de linfoma no Hodking y 1.527 de linfoma de Hodking, según el informe de SEOM "Las cifras del cáncer en España".

Es importante conocer sus síntomas para facilitar su diagnóstico. La sintomatología que viene ligada a este cáncer hematológico pasa, en muchas ocasiones, desapercibida. A menudo los pacientes con linfoma exponen a los psicooncólogos de AEAL que se sienten incomprendidos por la sociedad y por su entorno. Su cáncer no se ve a simple vista y aunque parece que están bien, la realidad es que ellos no se sienten así.

Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de linfoma, de la zona del cuerpo que esté siendo más afectada y de la velocidad de crecimiento que tenga, siendo estos los más comunes:

-Sudores nocturnos abundantes.

-Fiebre y escalofríos intermitentes.

-Picazón.

-Inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas, ingles, etc.

-Pérdida de peso.

-Tos o dificultad para respirar.

-Hinchazón o dolor abdominal.

-Fatiga.

-Anemia.

El linfoma de Hodking se da con mayor frecuencia entre los 15 y 35 años y en los mayores de 55 años y es ligeramente más frecuente entre los varones. Es uno de los tipos de cáncer con más posibilidades de curarse (por encima del 70% globalmente), según la AECC.

Respecto al linfoma no Hodking, la mayor parte de los casos se dan en personas por encima de los 50 años. Se diagnostican cada año unos 3-10 casos por cada 100.000 habitantes y su incidencia va en aumento, sin que por el momento se conozca con certeza el motivo. Se sabe que son más frecuentes en personas inmunodeprimidas y que pueden tener un mayor riesgo aquellos con familiares directos afectados. Asimismo, se han relacionado algunos microbios con la aparición de distintos tipos de linfoma: Helicobacter pylori (linfomas gastrointestinales), virus de Epstein-Barr (linfoma de Burkitt), virus de la hepatitis C (algunos linfomas del bazo). Se cree que es posible que la presencia de algunas infecciones crónicas puedan facilitar la malignización celular, debido a la activación constante de las células del sistema inmune, informa la AECC.

Los tratamientos para el linfoma, dependiendo del tipo, incluyen quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida, terapia biológica o terapia para eliminar ciertas proteínas de la sangre.

Ver los comentarios
Fuente: ABC