Laschet pasa a la ofensiva contra su rival socialdemócrata en el segundo debate electoral

El candidato conservador (CDU), Armin Laschet, se ha mostrado en este segundo debate televisado más incisivo que en el primero. Reiteradamente ha exigido responsabilidades a su principal oponente, Olaf Scholz, vicecanciller y ministro de Finanzas, por los escándalos financieros que han tenido lugar en la última legislatura alrededor de su cartera. Se ha referido al caso Wire Card, al caso Cum Ex y a la reciente redada que varios agentes de la Fiscalía han llevado a cabo en el Ministerio en busca de funcionarios que habían participado en una trama de lavado de dinero.

El socialdemócrata ha precisado que no hay sentencias ni investigaciones contra el Ministerio, sino contra personas concretas, pero Laschet ha apelado a la «obligación de vigilancia» que conlleva el cargo de ministro de Finanzas y a la que, a su juicio, Scholz ha faltado. «Señor Laschet, ha repetido afirmaciones falsas tres veces, está retorciendo los hechos muy conscientemente. Está emitiendo impresiones equivocadas y lo está haciendo por motivos deshonestos», ha contraatacado. Estas puyas, sin embargo, no han movido a Scholz de su posición de moderado y centrista. «Creo en el camino moderado», ha dicho en varias ocasiones, refiriéndose por ejemplo a la política climática. Se ha negado a responder, sin embargo, a los retos que le planteaba Laschet: determinar si será capaz o no, después de las elecciones, de negociar con un partido de izquierda radical como es Die Linke, que no respeta la OTAN ni la relación trasatlántica, y determinar si figuran mucho más radicales que él en su partido, como la presidenta Saskia Esken, ocuparían en su gobierno alguno de los Ministerios.

Después de estos ganchos de derecha, sin embargo, los espectadores de la televisión pública alemana ARD/ZDF no parecen cambiar de opinión, respecto al anterior debate. La encuesta que lleva a cabo la cadena mostraba a mitad del debate preferencia por Scholz. El 39% lo ve como ganador y el 24% ve ganador a Laschet. A la espera de los datos finales del sondeo, parece que es ya tarde para que Laschet logre el vuelco demoscópico.

El único asunto en el que Schoz asoma la patita por debajo de la puerta es en el tema de la vivienda. El socialdemócrata ha admitido que la escasez de vivienda, especialmente en las grandes ciudades, puede resolverse con más construcción. Pero también ha declarado que mientras se levantan nuevos edificios de viviendas, una tarea que llevará una legislatura, está dispuesto a legislar un límite a los precios del alquiler en los nuevos contratos en todo el territorio alemán. «Creo que tenemos que abordar dos cosas al mismo tiempo: una es construir más apartamentos. Además, también necesitamos todo lo que ayude a evitar que los alquileres se disparen. Y por eso estoy a favor de que los alquileres no se disparen cuando se vuelven a alquilar. Nuestro objetivo es una moratoria de alquiler», ha dicho. «¡Pero la pregunta es si estás animando a alguien a construir más apartamentos, ¿cómo vas a convencerlos imponiéndoles tantas barreras? ¡Se van a ir a otra parte!», le ha respondido Laschet.

En el resto de apartados no tienen opiniones tan diferentes. En la protección del clima, por ejemplo, ambos están de acuerdo en que la industria alemana está haciendo grandes esfuerzos por adaptarse y en que hay que dar el tiempo necesario para no estrangular a las empresas. Laschet ha reconocido por primera vez que, «la decisión de abandonar la energía nuclear fue correcta y la decisión de abandonar el carbón también, pero visto desde ahora, quizá podemos decir que el orden de las decisiones no fue el correcto». En este asunto, sin embargo, el protagonismo absoluto es para la candidata verde, Annalena Baerbock, que ha defendido el abandono del carbón en 2030, no en 2038 como actualmente está ya legislado, y la prohibición de los vehículos de motor de combustión. Además, como reconoce que la protección del clima está endureciendo sensiblemente los precios de las energías, ofrece el pago de un «dinero ciudadano», la cantidad de 75 euros por año a todos los habitantes como compensación.

«Cada prohibición es un motor de innovación tecnológica», ha justificado sus intenciones de retirar los automóviles de combustión de circulación, añadiendo que «está claro que el futuro es el coche eléctrico y cuanto antes lleguemos será mejor para todos». También es partidaria de prohibir la entrada a interiores y ciertos servicios a los no vacunados, al contrario que sus dos oponentes, que los admiten si van con un test por delante. Y quiere vacunas obligatorias para determinadas profesiones que los otros dos rechazan. Solamente Scholz dejaría que en determinados empleos sea obligatorio informar si se está vacunado o no.

En cuanto a la digitalización, Laschet ofrece la creación de un Ministerio ad hoc que se dedique a coordinar todos los esfuerzos en ese sentido, mientras que Baerbock ha criticado el lamentable retraso en la instalación de redes 5G y ha puesto a España como ejemplo envidiable de celeridad.

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Fuente: ABC