La UE vuelve a olvidarse de los principales paraísos fiscales en la actualización de su lista negra

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Los ministros de Finanzas de los Estados miembros, representados en el Consejo de la UE, actualizaron ayer la conocida como lista negra de paraísos fiscales. Son 12: Samoa Americana, Anguila, Dominica, Fiyi, Guam, Palau, Panamá, Samoa, Seychelles, Trinidad y Tobago, Islas Vírgenes Americanas y Vanuatu.

Sin embargo, el elefante en la habitación sigue siendo la competencia desleal en materia de impuestos de varios estados miembros de la UE. En una resolución del pasado 21 de enero, el Parlamento Europeo (PE) pidió a los ministros europeos de Finanzas impulsar una reforma integral de la lista -adoptada por primera vez en 2017- para examinar y potencialmente incluir a los estados miembros que se comporten como paraísos fiscales. Los eurodiputados proponen cambios para dotarle al listado de países y territorios no cooperadores en materia fiscal (su nombre oficial) de mayor transparencia, coherencia e imparcialidad. La Comisión Especial sobre Delitos Financieros y Evasión y Elusión Fiscales (TAX3) señaló en 2019 a siete países de la UE por mostrar «rasgos de un paraíso fiscal y facilitar una planificación fiscal agresiva»: Bélgica, Chipre, Hungría, Irlanda, Luxemburgo, Malta y Países Bajos.

Un estudio reciente de Tax Justice Network (red compuesta por ONGs, académicos, sindicatos…) ha revelado que mientras los países de la lista negra de la UE son responsables de menos del 2 por ciento de las pérdidas fiscales globales, los estados miembros de la UE representan el 36 por ciento de las pérdidas fiscales globales, lo que se traduce en 154.000 millones de dólares anuales. Además, la lista -que se renueva dos veces al año- no incluye a ninguno de los 20 peores paraísos fiscales corporativos del mundo.

«La lista actual es confusa e ineficaz. Pese a que potencialmente es una herramienta poderosa para estimular reformas fuera de la UE, en la práctica no está a la altura de su potencial», afirma el eurodiputado Paul Tang (S&D, Países Bajos), presidente de la subcomisión de Asuntos Tributarios del PE, a Europa Hoy. Al crear la lista, los países de la UE «se olvidaron de una cosa: los paraísos fiscales reales. Recogiendo solo el 2% de la elusión fiscal total, significa que muchos paraísos fiscales, de la UE y fuera de la UE, quedan libres», agrega el eurodiputado neerlandés, que cree asimismo que la elección del Consejo de conceder una prórroga a potenciales miembros de la lista como Turquía y Australia se debe a «razones políticas».

Marruecos, fuera de la lista

Ankara, que tenía hasta el 31 de diciembre de 2020 para mostrar «progresos tangibles» en el intercambio automático de información fiscal con los estados miembros de la UE, seguirá en la llamada lista 'gris' (Anexo II) y contará hasta el próximo 30 de junio para cumplir con esta exigencia. En su comunicado, el Consejo lamenta que Turquía no haya aportado ninguna prueba de que se haya realizado un intercambio efectivo de datos con seis de los 27 estados miembros. Por otro lado, el Consejo ha decidido eliminar a Marruecos de la «lista gris» de terceros países no cooperadores. La decisión reconoce los esfuerzos de Marruecos para cumplir con las normas internacionales de gobernanza fiscal. En la zona gris se encuentran nueve jurisdicciones: Australia, Barbados, Botswana, Esuatini (Suazilandia), Jamaica, Jordania, Maldivas, Tailandia y Turquía.

Perseguir los paraísos fiscales se ha vuelto aún más urgente en la era del coronavirus. Para afrontar los planes nacionales de recuperación y sus consecuentes reformas, los gobiernos europeos necesitan recursos con los que financiar la recuperación y reducir al máximo la fuga de importantes ingresos fiscales tanto a países fuera de la UE como a otros estados miembros. Según un sondeo de 2020 realizado por la iniciativa internacional ‘More in Common’ en siete países (Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia y EE. UU.), entre el 84% y el 95% de los ciudadanos estaban a favor de condicionar los rescates públicos a las empresas a que estas no se sirvan de paraísos fiscales y paguen los impuestos correspondientes en su país de origen.

En el pleno de enero, los eurodiputados destacaron casos como el de las Islas Caimán, fuera de la lista negra pese a aplicar un tipo impositivo en el impuesto de sociedades del 0%. «Mientras que Barbados provoca 4.000 millones en pérdidas fiscales, Dominica causa un total de cero», tuiteaba ayer la ONG Oxfam Internacional en contra de la decisión de los ministros de Finanzas de la UE de suprimir al primero e incluir a este último. Chiara Putaturo, asesora de Oxfam para impuestos en la UE, destaca a Europa Hoy las tres principales carencias del proceso: debilidad e injusticia de los criterios por los que se los paraísos fiscales reales penalizando a algunos países en vías de desarrollo; falta de transparencia tanto en el procedimiento como del órgano que gestiona la lista; y falta de coherencia, ya que algunos estados miembros de la UE actúan como paraísos fiscales.

El análisis de Oxfam concluye que la lista de paraísos fiscales de la UE sigue fracasando en la identificación eficaz de los países que utilizan prácticas fiscales nocivas ayudando a los más ricos a eludir sus compromisos. A juicio de la ONG, en 2019, cinco estados miembros de la UE (Chipre, Irlanda, Luxemburgo, Malta y los Países Bajos) presentaban carácterísticas propias de los paraísos fiscales: altos niveles de inversión extranjera directa, pagos de propiedad intelectual, intereses, dividendos. De poco más de 613.000 habitantes, el Gran Ducado de Luxemburgo cuenta con niveles de Inversión Extranjera Directa de entre 67 y 100 veces mayor que su peso económico (PIB), según la reciente investigación del vespertino francés Le Monde (OpenLux).

La subcomisión de Asuntos Tributarios del PE critica que el Grupo del Código de Conducta (el organismo encargado de examinar los paraísos fiscales) se reúna a puerta cerrada y pide que el Parlamento Europeo participe también en el proceso. Su presidente avisa que, si el Consejo no está dispuesto a introducirlo, el Parlamento Europeo tomará las medidas necesarias por su cuenta. En la misma línea, Oxfam pide que la Eurocámara pueda estar más implicada en el proceso, especialmente a la hora de recibir la información sobre la revisión de la lista antes de la decisión final.

Países europeos como Suiza, San Marino y Andorra, que ha sido noticia estas semanas por la marcha de influyente youtubers españoles para tributar menos, están resaltados en verde por el Consejo al considerar que cooperan con la Unión y han implementado las reformas necesarias.

«Esto se debe a que la UE no incluye automáticamente a los países con tasas impositivas corporativas del cero por ciento o muy bajas, al no considerarse un criterio para identificar a paraísos fiscales. De esta forma, países como Andorra (tipo impositivo legal del 10% y tipo impositivo efectivo del 8,9%) siguen siendo libres de realizar una competencia fiscal agresiva y son responsables de una carrera a la baja en el impuesto de sociedades», valora la analista de Oxfam.

De fondo, la Unión Europea registra las mayores pérdidas a escala mundial como consecuencia del traslado de beneficios a paraísos fiscales, y se calcula que cada año pierde alrededor del 20 % de sus ingresos procedentes del impuesto sobre sociedades.

Tax Justice Network estima que las economías europeas más afectadas por la pandemia, como Francia, España e Italia, pierden 10.000 millones en ingresos fiscales anualmente debido a la evasión de impuestos corporativos facilitada por los Países Bajos, de donde procede precisamente el presidente de la subcomisión para asuntos tributarios del PE, que pese a todo se muestra optimista con los efectos de la crisis pandémica en la opinión pública sobre la importancia de los impuestos. «La gente valora más que para financiar los gastos necesarios realizados durante la crisis, tenemos que contribuir entre todos y de manera justa. Esto se puede hacer luchando contra la elusión fiscal, pero también aumentando la carga fiscal sobre aquellos que han visto disminuir más su factura fiscal en los últimos años, para que todos contribuyan a nuestra recuperación. En los Países Bajos, la mayoría de los partidos políticos, de izquierda a derecha, abogan ahora por esto», concluye.

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Fuente: ABC