La oposición cree que Putin usa el coronavirus para amañar el referéndum sobre la reforma constitucional

La votación de las enmiendas constitucionales que permitirán al presidente Vladímir Putin seguir en el poder hasta 2036 finaliza hoy después de una semana con los colegios electorales abiertos, algo sin precedentes en la práctica democrática, no ya de Rusia, sino de ningún otro país del mundo. Las urnas han estado disponibles desde el pasado 25 de junio para, según el Gobierno ruso, facilitar una votación escalonada que evite aglomeraciones y contagios.

Pero lo cierto es que, a juicio de la oposición, el procedimiento empleado para garantizar supuestamente la salud pública constituye en realidad un coladero de irregularidades, un «pretexto» para amañar mejor el resultado de la consulta, ya que dificulta el control efectivo del proceso electoral. Así opinan varios dirigentes opositores, entre ellos el abogado anticorrupción, Alexéi Navalni, y la asociación Golos, una ONG rusa dedicada a la defensa de los derechos del elector.

Urnas ambulantes

Según han podido constatar algunos medios de comunicación, blogueros y usuarios de las redes sociales, en ciertos lugares del país se han utilizado urnas ambulantes, que se han llevado por las casas, colocado en los patios de las viviendas, en el interior de autobuses y hasta en los maleteros de los coches. Por otro lado, más de un millón de personas en Moscú Nizhni Nóvgorod se han registrado para votar de forma telemática y se han dado casos de electores que emitieron su voto más de una vez. Golos ha denunciado también presiones a funcionarios para que acudieran a las urnas y propaganda soterrada como organización de rifas en los colegios electorales.

El plebiscito finalizará hoy a las ocho de la tarde y, aproximadamente una hora después, la Comisión Electoral Central de Rusia empezará a hacer públicos los primeros datos. Para que se aprueben las enmiendas constitucionales, según ha dispuesto el jefe del Kremlin, hace falta el voto a favor de más del 50% de los electores. Los sondeos vaticinan una victoria del «sí», tal y como desea Putin, que ayer se dirigió a la población pidiendo su apoyo.

Matrimonio, hombre y mujer

Han sido convocados a las urnas más de 108 millones y medio de rusos. La reforma de la Carta Magna se vota en bloque e incluye, además de dejar abierta al actual presidente la posibilidad de presentarse a los comicios de 2024 y 2030, la actualización anual del salario mínimo y las pensiones, una mención a Dios, la tipificación del matrimonio como la unión exclusiva entre un hombre y una mujer y unas 200 modificaciones más.

Según la Comisión Electoral Central, desde el 25 de junio, han votado ya unos 50 millones de rusos, casi la mitad de los inscritos en el censo electoral. «Ustedes saben que la votación transcurre ya desde hace varios días, medida dictada por la exigencia de proteger la salud de la población. Quiero dar las gracias a todos aquellos que ya lo hicieron", manifestó ayer Putin en un breve mensaje televisivo a la ciudadanía. Esta votación debió celebrarse el pasado 22 de abril, pero la pandemia de Covid-19 aconsejó su aplazamiento.

Fuente: ABC