La oposición bielorrusa trata de impulsar la huelga general convocada por Tijanóvskaya

Con escaso seguimiento arrancó hoy la huelga general que convocó el pasado día 13 de octubre la excandidata presidencial y líder de la oposición bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya. Según sus colaboradores, los trabajadores en distintas empresas intentan en asambleas elegir a los comités de huelga, pero están siendo obstaculizados por agentes de la Policía o personas vinculadas a las direcciones de las fábricas.

Lo que sí está habiendo son manifestaciones de protesta en las que participan los empleados de numerosos centros de trabajo, jubilados, estudiantes y profesores. Portan banderas rojiblancas y gritan consignas contra el régimen en distintos puntos del centro de Minsk, la capital. En declaraciones a la radio Eco de Moscú, el politólogo bielorruso Valeri Karbalévich, declaró que «no está habiendo huelga general en Bielorrusia, pero la confrontación política se está agudizando».

Según sus palabras, «hay intentos de parar algunas empresas, otras están registrando paros parciales, muchos comercios no funcionan y algunos están abiertos, pero sus dependientes no atienden». Karbalévich cree que continuarán en los próximos días los esfuerzos para crear los comités de huelga, pero alertó sobre la presencia de fuerzas antidisturbios en las principales empresas estatales y sobre el hecho de que con toda seguridad continuarán las detenciones.

El politólogo considera que, aunque no se llegara a lograr parar la mayor parte de los centros de trabajo, el ultimátum de Tijanóvskaya «se ha convertido en un factor de movilización que hará aumentar las protestas». Según la información que maneja Karbalévich, «hoy han salido a la calle estudiantes de muchas universidades y se les han unido los jubilados, pero la Policía intervino y ha habido detenidos».

Por la mañana, Tijanóvskaya escribió en su cuenta de Telegram que «el plazo para cumplir las exigencias del ultimátum popular expiró ayer y hoy comienza la huelga popular, el siguiente paso de los bielorrusos hacia la libertad, el cese de la violencia y nuevas elecciones». La dirigente opositora, exiliada en Lituania, instó al presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, a dimitir, cesar la represión y poner en libertad a todos los presos políticos.

Pero el dictador bielorruso demostró ayer que no se plegará a las exigencias de sus adversarios políticos. La gran manifestación del domingo reunió otra vez a más 100.000 personas, pero fue reprimida con mayor dureza que las anteriores y el número de arrestos volvió a contarse por centenares. El Ministerio del Interior bielorruso reportó 500 detenciones.

La portavoz del Gobierno bielorruso, Alexandra Isáeva, afirmó hoy a través de Facebook que todas las principales empresas del país «trabajan normalmente».

Las protestas estallaron tras las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, cuyos resultados fueron manipulados en favor de Lukashenko. Tijanóvskaya sostiene que fue ella la ganadora de los comicios. La líder opositora y sus colaboradoras más estrechas en la cúpula del Consejo Coordinador, la Premio Nobel de Literatura, Svetlana Alexiévich, y las tres activistas, María Kolésnikova, Olga Kovalkova y Verónica Tsepkalo, han sido galardonadas con el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia que otorga el Parlamento Europeo.

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Fuente: ABC