La ministra de Exteriores sueca presenta al Parlamento la candidatura a la OTAN para su aprobación

«La membresía de Suecia en la OTAN tendría un efecto estabilizador y beneficiaría a los países alrededor del mar Báltico», ha sentenciado la ministra de Relaciones Exteriores, Ann Linde, en la presentación al Parlamento de Suecia del informe gubernamental sobre la conveniencia de la adhesión a la Alianza. La conclusión del informe, a favor del histórico paso que ya ayer dio también el gobierno de Finlandia, abre el proceso sueco de solicitud de adhesión.

«La pertenencia de Suecia a la OTAN elevaría el umbral de conflictos militares y, por lo tanto, tendría un efecto de prevención de conflictos en el norte de Europa», ha justificado Linde. Todavía falta, ese domingo, una reunión clave del Partido Socialdemócrata Sueco, en la que la formación cambiará su histórica posición reticente a la OTAN, para garantizar que el país toma la decisión con una amplísimo consenso político.

Pero se trata más bien de un último fleco del que no se espera ya ningún obstáculo. El proceso de adhesión tiene ya luz verde de todas las instituciones del Estado.

Se espera ahora que Suecia envíe una solicitud formal en unos días más, con el objetivo de fortalecer la capacidad defensiva nórdica. Medios suecos han especulado en las últimas jornadas que una decisión sobre la Alianza podría estar lista antes de la visita oficial a Estocolmo del 17 y 18 de mayo del presidente finlandés Sauli Niinistö. El ministro de Defensa sueco, Peter Hultqvist, ha defendido que «por supuesto que significaría una profundidad estratégica muy diferente, una señal muy fuerte en la política de seguridad y una plataforma sólida para la cooperación de defensa nórdica dentro del marco de la OTAN».

«Hay un antes y un después del 24 de febrero»

También ha destacado que reduciría los riesgos en el Báltico y en la isla sueca de Gotland, isla estratégica que su oficina lleva desde enero preparando para un posible escenario de agresión rusa.

Hultqvist es un claro ejemplo de político sueco que se caracterizó en el pasado por ser un claro opositor a la entrada de Suecia en la OTAN, aunque ello no ha impedido que sus ocho años como ministro de Defensa afiancen la colaboración con esa organización ni que políticamente haya cambiado de opinión después de la invasión rusa de Ucrania. «Hay un antes y un después del 24 de febrero», ha insistido.

Después de que el Parlamento de Suecia debata hoy la situación de seguridad, la primera ministra Magdalena Andersson convocará una reunión especial del gabinete donde se tomará la decisión formal de presentar la solicitud. Se enviará directamente después de ese paso, suponiendo que no ocurra nada inesperado.

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Fuente: ABC