La lección de Italia: el Gobierno obedece a su comité técnico y ordena el distanciamiento social en los trenes

Las compañías de ferrocarriles decidieron que sus trenes pudieran viajar al completo, sin respetar la distancia social entre pasajeros, desde el viernes, 31 de julio. Lo había consentido el ministerio de Transportes. Los expertos del Comité técnico científico que asesora al gobierno desde el inicio de la pandemia pusieron el grito en el cielo, obligando al gobierno a dar marcha atrás. Por ejemplo, entre otros miembros del citado Comité, se ha mostrado furioso el presidente del Consejo Superior de Sanidad, el profesor Franco Locatelli: «La decisión de terminar con el distanciamiento social de pasajeros en los trenes es sorprendente y causa preocupación y perplejidad, en un momento en que los nuevos casos de Covid-19 están creciendo. Existe un riesgo concreto de que los viajes en tren sin distanciamiento social puedan contribuir a que la epidemia reparta en nuestro país», declaró el profesor Locatelli a la agencia Adnkronos. Ante las firmes advertencias de los expertos del Comité técnico científico, el gobierno ha cedido de inmediato. Hoy mismo, el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, ha firmado una ordenanza en la que se reafirma la obligación de mantener el distanciamiento social en los trenes. Speranza ha explicado así su medida: «Es correcto que las reglas de seguridad aplicadas hasta ahora permanezcan vigentes en los trenes. No podemos permitirnos bajar el nivel de atención y precaución. Por eso, he firmado una nueva ordenanza que reafirma que en todos los lugares cerrados que están abiertos al público , incluidos los medios de transporte, sigue siendo obligatoria la separación de las personas de al menos un metro, así como la obligación de las mascarillas». El ministro de Sanidad concluye: «Estos son los dos principios esenciales –mascarilla y distancia interpersonal- que, junto con el lavado frecuente de manos, debemos mantener en la fase de convivencia con el virus».

Algo parecido ha ocurrido con las discotecas, ferias y congresos, que el gobierno había previsto abrir el 31 de julio. Pero se ha impuesto el criterio del comité técnico científico: Al menos hasta el 9 de agosto, día en que se revisará la orden, esos lugares permanecerán cerrados.

En las últimas 24 horas hubo en Italia 295 nuevos contagios, frente a los 379 del viernes. Desciende también el número de fallecidos: 5 muertos el sábado (11, el viernes).

Elogios a Italia del «New York Times»

El diario «New York Times» elogió hoy precisamente el modelo que ha impuesto el gobierno italiano para combatir el virus: «Italia ha pasado de ser el epicentro de la pesadilla a un modelo para contener el coronavirus, lo que constituye una lección a Estados Unidos y al resto del mundo ». El periódico neoyorquino subraya que el gobierno se ha dejado guiar por comités científicos y técnicos. Los médicos, hospitales y funcionarios de sanidad locales recopilan más de 20 indicadores sobre el virus a diario y los envían a las autoridades regionales, que, a su vez, después los transmiten al ministerio de Sanidad. «El resultado es una radiografía semanal de la salud del país, en la que se basan las decisiones políticas», destaca el periódico estadounidense, que elogia también el voto del Parlamento que prorrogó el pasado martes el estado de emergencia en Italia hasta el 15 de octubre.

El economista Paul Krugman, premio Nobel, firmó hace una semana, también en el «New York Times», un artículo muy elogioso hacia Italia por su modelo de afrontar la Covid-19. «Tenemos que mirar con envidia el éxito de Italia en contener el virus: restaurantes y bares están abiertos, aunque con restricciones; gran parte de la vida normal ha sido restaurada, y la tasa de mortalidad actual es menos de una décima parte de la estadounidense. En un día reciente típico, más de 800 estadounidenses murieron, pero solo una docena de italianos murieron de Covid-10», escribió Paul Krugman. El premio Nobel explica las razones del éxito de Italia contra el coronavirus, después de un comienzo terrible: «Los italianos hicieron lo que tenían que hacer, y rápidamente. Establecieron un confinamiento muy duro y lo respetaron. Las intervenciones públicas han apoyado a trabajadores y empresas La red de seguridad tenía agujeros, pero el gobierno intentó que funcionara. Incluso el primer ministro se disculpó por los retrasos».

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Fuente: ABC