La exposición nocturna a la luz azul se asocia con mayor riesgo de cáncer colorrectal

La luz azul es cada vez más frecuente en el alumbrado exterior de las ciudades, pero ¿de qué manera puede impactar en nuestra salud? Por primera vez, un equipo liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación «la Caixa», ha analizado la relación entre la exposición nocturna a la luz artificial exterior y el cáncer colorrectal. Los resultados, publicados en Epidemiology, concluyen que este espectro podría aumentar el riesgo de este tipo de tumor. Los resultados se publican en la revista Epidemiology.

Diferentes estudios han relacionado hasta ahora la exposición nocturna a la luz artificial, especialmente la luz azul, con varios efectos negativos para la salud, incluidos trastornos del sueño, obesidad y mayor riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer, especialmente entre personas trabajadoras en turnos de noche.

La luz de espectro azul es aquella que emiten la mayoría de luces LED de tipo blanco y muchas pantallas de tabletas y teléfonos móviles. En 2018, otro trabajo ya relacionó la exposición nocturna a la luz azul con un mayor riesgo de cáncer de mama y de próstata.

El estudio se realizó con datos de aproximadamente 2.000 personas adultas de Barcelona y Madrid –660 con cáncer colorrectal y el resto una muestra aleatoria de la población de las dos ciudades– que nunca habían trabajado de noche, en el marco del proyecto MCC-Spain. La luz artificial nocturna exterior se registró con imágenes de la Estación Espacial Internacional (EEI).

Los resultados obtenidos en ambas ciudades mostraron que las y los participantes expuestos a niveles más altos de luz azul tenían un 60 % más de riesgo de sufrir cáncer colorrectal, comparado con la población menos expuesta. No se halló relación con el espectro de la luz general.

«La luz nocturna, y en especial la luz de espectro azul, puede disminuir la producción y secreción de melatonina, en función de la intensidad y longitud de onda», explica Manolis Kogevinas, director científico de la distinción Severo Ochoa en ISGlobal y coordinador de la investigación.

La Agencia Internacional de Investigación en Cáncer de la Organización Mundial de la Salud(IARC, por sus siglas en inglés) clasifica el trabajo en turno de noche como probable cancerígeno y los cánceres de más alto riesgo son el de mama, próstata y colorrectal.

La evaluación de la exposición utilizando imágenes espaciales no tiene en cuenta ciertos comportamientos individuales, como el uso de persianas, común en países mediterráneos.

«Existe una creciente preocupación por los efectos de la luz en los ecosistemas y en la salud humana», afirma Kogevinas. Sin embargo, la evaluación de la exposición utilizando imágenes espaciales no tiene en cuenta ciertos comportamientos individuales, como el uso de persianas, común en España y otros países mediterráneos.

Así, la estimación de la exposición puede interpretarse como la cantidad de luz a la que las personas están expuestas cuando están fuera de casa –un patrón común en España–, y dentro de casa antes de acostarse y de cerrar las persianas. «La investigación sobre los posibles efectos se encuentra todavía en una fase inicial, por lo que es necesario realizar más trabajos para poder proporcionar recomendaciones basadas en una evidencia científica sólida para una prevención adecuada», concluye el experto.

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Fuente: ABC