En Francia, la Asamblea Nacional (AN) ha continuado sus trabajos para discutir, matizar y aprobar las iniciativas del Gobierno de Emmanuel Macron, que ha sometido todas sus tareas esenciales al control parlamentario.
El lunes 16 de marzo pasado (un día antes de la declaración del estado de urgencia y confinamiento nacional), la AN fue informada y pudo discutir las primeras medidas relacionadas con la lucha nacional contra el coronavirus.
El jueves 19 de marzo, la AN aprobó el proyecto de Ley rectificativo de la Ley de finanzas para el año en curso. El mismo día, el Gobierno se sometió a una sesión de preguntas de todos los grupos parlamentarios.
El domingo 22 de marzo, la AN aprobó el proyecto de Ley que recapitulaba las medidas de urgencia nacional.
A partir del 1 de abril, comenzó a trabajar una misión informativa, parlamentaria, siguiendo el día a día del impacto, gestión y consecuencias de la epidemia.
Como es tradicional, el Gobierno se somete cada martes a una sesión de preguntas, a las que debe responder, con el consiguiente debate.
Los diputados franceses intentar compaginar ese trabajo parlamentario, en París, y el trabajo personal, de base, en sus respectivas circunscripciones electorales.
El modelo electoral francés, uninominal, a dos vueltas, elige a individuos, personas, hombres o mujeres, antes que al candidato (a) de ningún partido. Cada candidato (a) se presenta como representante de un partido. Pero los electores eligen a un individuo antes que a unas siglas. De ahí la necesidad de «cuidar» y «seguir» la crisis, al mismo tiempo, en la circunscripción, en provincias, y en el hemiciclo parisino.
