Johnson impone el nivel máximo de alerta en Mánchester a pesar de la oposición de su alcalde

En el pulso de diez días entre Boris Johnson y el alcalde Manchester, Andy Burnham, de momento va ganando el primer ministro, que ayer anunció la imposición unilateral del nivel tres, de «muy alto riesgo», en la ciudad pese a la dura oposición del laborista, que acusó al gobierno de jugar un «juego de póquer con la vida de la gente». El nivel tres del nuevo sistema tipo semáforo implantado por el Ejecutivo británico supone en la práctica las restricciones más duras con el fin de detener la propagación de los contagios de Covid-19, y entra en vigencia en Mánchester a partir de la medianoche del jueves. Así, las familias de diferentes hogares no podrán mezclarse entre sí en interiores o jardines privados, la regla de que solo un máximo de seis personas pueden estar juntas al aire libre sigue vigente y los pubs y bares que no sirven comidas tendrán que cerrar, así como las casas de apuestas, casinos y otras salas de juego.

La ciudad se convirtió así, junto a Liverpool y Lancashire, en la siguiente en el máximo nivel de riesgo, pese a contar con una cifra de infectados de 424.7 por cada cien mil habitantes, muy por debajo de por ejemplo Nottingham, donde es de 711.3 pero que de momento permanece en el nivel dos. En todo caso, el Ejecutivo está ya negociando con otras regiones que podrían subir al nivel tres en los próximos días, como es el caso de South Yorkshire, que entrará en el nivel máximo el sábado tras alcanzar este miércoles un acuerdo de un paquete de rescate de 41 millones de libras en unas negociaciones que fueron calificadas como «muy exitosas» por las partes, en claro contraste con lo ocurrido en Mánchester y que recuerda el conflicto entre la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Pese a que el «premier» insiste en que la mejor forma de atajar el virus es mediante medidas locales que deben ser acordadas junto a los gobiernos de cada lugar en vez de imponer un confinamiento nacional, en este caso no hubo trato en cuanto al paquete económico de apoyo para empresas y trabajadores, que el alcalde fijó en un mínimo de 65 millones de libras esterlinas (unos 71,5 millones de euros), pero Johnson ofreció como máximo 60, es decir, una diferencia de menos de dos libras por habitante. «El alcalde no aceptó, desafortunadamente», dijo Johnson, que añadió que lamentaba el hecho de que el Gobierno no hubiera podido llegar a un acuerdo con Burnham porque «tendríamos más posibilidades de derrotar al virus si trabajamos juntos». «Y dada la situación de la salud pública, ahora debo proceder con el traslado del Gran Manchester al nivel de alerta muy alto. No actuar pondría en riesgo el NHS (el sistema nacional de salud) de Mánchester y las vidas de muchos de los residentes», anunció.

En un mensaje transmitido por televisión, Burnham aseveró, por su parte, que la población local está a las puertas de un invierno lleno de «verdaderas dificultades» y acusó al gobierno de estar «aplastando a las comunidades» al no ofrecer suficiente apoyo a quienes verán afectados sus medios de vida debido al cierre de bares, pubs y otros comercios. Keir Starmer, líder del Partido Laborista, anunció que intentará forzar una votación en la Cámara de los Comunes para alcanzar un acuerdo que permita compensar de forma justa a las áreas que enfrentan restricciones de nivel 3, es decir, que el gobierno pague el 80% de los salarios de quienes no puedan trabajar debido a las restricciones, en lugar de los dos tercios actuales.

El número de personas fallecidas por coronavirus en Reino Unido aumentó en 241 personas el martes, la cifra diaria más alta desde la primera ola de la pandemia. Hace un mes, el principal asesor científico del gobierno, Patrick Vallance, advirtió que el país iba camino de las 200 muertes diarias a mediados de noviembre si no se imponían medidas para atajar el brote, una cifra que ya ha sido superada.

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Fuente: ABC