Ivanka y Donald Trump salen en defensa de Goya

La polémica por el boicot a Goya, el gigante hispano de la alimentación fundado el siglo pasado por un inmigrante español, vivió ayer un nuevo episodio y con protagonista de la Casa Blanca. Ivanka Trump, la hija del presidente y también alto cargo de su Administración, publicó en redes sociales una imagen en la que sostenía una lata de alubias de Goya, una marca muy popular en el público hispano que se ha visto envuelta en la guerra identitaria que sacude a EE.UU.

«Si es Goya, tiene que ser bueno», acompañaba la hija de Trump a la fotografía, con el mensaje en español y en inglés. Era la última muestra de apoyo a Goya después de que la semana pasada algunos sectores de EE.UU. iniciaran un boicot . La razón: Robert Unanue, consejero delegado de Goya y nieto de su fundador, habló bien del presidente en una visita a la Casa Blanca.

«Tenemos la bendición de tener un líder como el presidente Trump, que es un constructor, igual que lo fue mi abuelo», dijo en referencia a Prudencio Unanue, un burgalés que dejó España a los 17 años y que en 1936 fundó la compañía como inmigrante en Nueva York. «Rezamos por nuestros líderes, por nuestro presidente y para que nuestro país continúe prosperando y creciendo».

Eso fue suficiente para que algunos pesos pesados demócratas –Alexandria Ocasio-Cortez, la voz más influyente del sector izquierdista, o el exsecretario de Vivienda con Barack Obama, Joaquín Castro- pidieran que la gente no comprara sus productos. Las redes se llenaron de ataques contra Goya y de vídeos con activistas tirando sus productos a la basura. Pero también de una reacción que animaba a comprar más que nunca las alubias, el adobo o las galletas maría de la marca hispana. A la cabeza fue Trump, que no tardó en tuitear «Amo a Goya».

Ayer aseguró sobre el boicot que «a la máquina difamatoria de la izquierda radical le ha salido el tiro por la culata, ¡la gente están comprando como locos!».

La foto de Ivanka fue pasto de los memes en Internet -hubo quien cambió la lata de alubias por un bote de lejía, en referencia a la idea del presidente de usar desinfectante contra el Covid-19- pero también provocó discusiones sobre su ética. Según la Oficina de Ética Gubernamental, «los empleados del Ejecutivo no pueden usar sus puestos para sugerir que sus agencias o cualquier otra rama del Gobierno apoya a una organización, producto, servicio o persona». Ivanka podría ser objeto de un expediente al respecto, pero la decisión última recaería en el presidente. Trump dio una pista de su postura: compartió una imagen en Instagram rodeado de productos Goya, con una sonrisa amplia y sus dos pulgares hacia arriba.

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Fuente: ABC