Israel, a las puertas de un nuevo confinamiento para frenar la segunda ola de coronavirus

a curva de infecciones de Israel está a punto de llegar a los 2.000 casos diarios, la línea roja marcada por el ministro de Salud, Yuli Edelstein, para decretar un nuevo confinamiento a nivel nacional. El responsable de Sanidad confirmó en una entrevista concedida al diario Yedioth Ahronoth que la vuelta al encierro de todo el país parece inevitable «salvo milagro» y lamentó que «las medidas que hemos implantado no son suficientes y debemos tomar una decisión sobre nuevas restricciones, ¿qué más podemos hacer para evitar el confinamiento?»

Tras un rápido desconfinamiento para intentar recuperar la normalidad lo antes posible, la cifra de contagios se ha duplicado en las últimas semanas y ya superan los 43.000. Hasta el momento 375 personas han fallecido en el país desde el inicio de la pandemia. El uso obligatorio de la mascarilla, el cierre de bares, gimnasios y piscinas o la limitación del número de asistentes a bodas y eventos no han logrado moderar la curva. Ante el nuevo confinamiento surge de nuevo el pulso entre salud y economía. Frente al cierre total defendido por Edelstein, ministros como el de Ciencia y Tecnología, Izhar Shay, pusieron sobre la mesa modelos alternativos a base de cierres parciales durante las noches y fines de semana para intentar limitar el impacto económico.

Problemas con respiradores

Los expertos del ministerio de Salud y Defensa que asesoran al Gobierno piensan que el virus está «fuera de control». En los hospitales hay 529 pacientes ingresados, de los que 56 precisan ventilación asistida. El diario Haaretz desveló el problema con los ventiladores que afronta Israel ante esta segunda oleada porque de los 15.000 que se compraron, en una inversión de 253 millones de euros, «solo ha llegado una décima pequeña parte y entre ellos hay modelos de baja calidad». Las fuentes sanitarias consultadas por este diario revelaron también «la baja calidad» de los equipos de protección adquiridos para el personal médico, lo que habría llevado a las autoridades a «intentar revenderlos a países subdesarrollados».

Ante el aumento de los casos, el Ejército anunció contratos con ocho nuevos hoteles para aislar allí a los infectados, con lo que el ministerio de Defensa contará con veinte centros de cuarentena en todo el país. Once de ellos están destinados a la comunidad ultraortodoxa, una de las más afectada por el virus.

Crisis de Gobierno

La incapacidad de hacer frente a la crisis sanitaria ha provocado una fuerte tensión dentro del nuevo Gobierno y, según varias encuestas de medios locales, se ha hundido la popularidad del primer ministro, Benjamín Netanyahu. El líder del Likud admitió que la reapertura de la economía «fue prematura», pero se justificó diciendo que «queríamos poner a tantos de ustedes nuevamente en la fuerza laboral como sea posible». Sus socios de la coalición Azul y Blanco pidieron a Netanyahu que «deje de evadir responsabilidades» y apostaron porque sea el Ejército quien lidere la respuesta a la pandemia.

La «huelga de emergencia» del sector de Enfermería anunciada a última hora de la tarde se sumó a la larga lista de preocupaciones del Ejecutivo. Las enfermeras criticaron al ministerio de Economía por «no hacer lo suficiente» para poner la vida humana y la salud pública al frente de sus prioridades.

Al otro lado del muro también crece la preocupación por el incremento de casos. En Cisjordania se han registrado 6.028 infectados hasta el momento y 46 personas han perdido la vida. Gaza se mantiene como la zona máenos afectada con 72 positivos y un fallecido.

Fuente: ABC