Grupos supremacistas, conspiradores y violentos, la amenaza fanática en la investidura de Biden

Durante el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero, las imágenes que llegaban desde las televisiones producían la sensación de estar asistiendo a una tragicomedia con un punto absurdo. Tipos disfrazados, portando pancartas de toda clase y entregados a un saqueo un poco anárquico, que incluyó el pillaje de los despachos de algunos congresistas y el robo de un atril que acabó a la venta en internet, eran los protagonistas de uno de los episodios más graves de la historia de Estados Unidos. No se trataba de una masa de desharrapados ni de hombres vestidos de uniforme, sino de radicales que se inspiraban en algunos movimientos extremistas, con frecuencia excéntricos, que se han cocido a fuego lento en los grupos de milicias de los años 90 y los foros y las redes sociales. En Twitter, los comentarios jocosos sobre las fotografías del suceso, con apariencia de meme, recordaban la importancia del medio virtual en el nacimiento de la llamada «alt-right», la derecha alternativa, que tan bien ha sabido entender -y capitalizar- Donald Trump.

QAnon, 4chan, 8chan

A partir de las imágenes del asalto, el diario estadounidense «The New York Times» publicó la semana pasada un análisis sobre los principales grupos que se reunieron en los alrededores del Capitolio, descifrando sus símbolos y explicando las teorías que les sirven de sostén. Sobre la mayoría, la Liga Antidifamación (AL, por sus siglas en inglés), una organización encargada de identificar y denunciar a los grupos de odio en Estados Unidos, posee una descripción en su página. El más célebre es QAnon, el que animaba a Jake Agneli, el joven vestido de búfalo que acabó en la tribuna del Capitolio profiriendo gritos con una bandera. Según QAnon, el mundo está gobernado por políticos -en su mayoría demócratas- a los que culpa de todo tipo de perversiones, miembros de un poder en la sombra -el «estado profundo» o «la camarilla»- que Trump pretende destapar y llevar ante la Justicia.

Como otros grupos, la genésis y el desarrollo de QAnon sería inexplicable sin «4chan», un foro de internet que ha servido de base para la expansión de teorías radicales de diferente naturaleza. En otra plataforma de ese tipo, «8chan», se anunciaron tiroteos como el de Christchurch, Nueva Zelanda, que dejó 44 muertos, o el de El Paso, Texas, donde 22 personas perdieron la vida. Los «incel» (de «Involuntarily Celibate», «Célibe Involuntario»), un movimiento de fondo misógino, respaldado por hombres heterosexuales que se sienten rechazados por las mujeres, suponen otro ejemplo inquietante de un submundo casi desconocido.

«Boogaloo Movement»

Combinando camisas hawaianas, con sus colores llamativos y estampado de flores, con chalecos antibalas y otra indumentaria militar, miembros de los «Boogaloo Movement» (el «Movimiento Boogaloo») también rodearon el Capitolio hace un par de semanas. Según la AL, se trata de un grupo radical, violento, que especula con la posibilidad de una nueva guerra civil en Estados Unidos, que de hecho desea. Como cabe esperar, su ideología es una batiburrillo extremista, combinación de sentimientos antigubernamentales, contrarios a la autoridad y a la Policía. Su presencia se ha detectado en las protestas contra las restricciones impuestas por la pandemia, pero también las del «Black Lives Matter» («Las vidas negras importan»). Su propósito, en definitiva, parece consistir en hacer acto de presencia en cualquier ocasión que se presente para desestabilizar la democracia. Por su reciente nacimiento, cuesta definir su ideología.

«Three Percenters», «Proud Boys», «Oath Keepers»

Con alergia al Gobierno federal, los radicales del grupo «Three Percenters» («Tres por ciento») también participaron en los disturbios de Washington. En su caso, el movimiento se dice inspirado por los rebeldes americanos que fundaron los Estados Unidos a finales del siglo XVIII, desafiando al poder británico. Como distinción, suelen utilizar un tres escrito en número romanos, a menudo rodeado de 13 estrellas, que recuerdan a las Trece Colonias que se sublevaron contra Londres. Entre sus miembros, muchos se han mostrado partidarios de Trump. Los «Proud Boys» («Chicos Orgullosos»), que respaldan postulados misóginos, islamófobos y contrarios a la inmigración, y los «Oath Keepers» («Guardianes del Juramento»), integrados por exmiebros de las fuerzas de seguridad, convencidos de que los derechos de los ciudadanos estadounidenses están amenazados, también forman parte de la constelación de extremistas que se acercó a los alrededores del Capitolio.

Ver los comentarios
Fuente: ABC