Francia denuncia que el pacto de EE.UU. con Australia y Reino Unido es una puñalada por la espalda

Francia estima que el acuerdo firmado entre EE. UU., Reino Unido y Australia para «compartir tecnología avanzada en áreas estratégicas» es una «puñalada por la espalda», con un costo de 56.000 millones de euros para su industria.

Jean-Yves Le Drian, ministro francés de Asuntos Exteriores, ha declarado: «Ese acuerdo es una puñalada por la espalda. Francia había establecido con Australia una relación de confianza. Esa confianza se ha roto, a nuestras espaldas. El comportamiento de los EE. UU. me preocupa. Se trata de una decisión unilateral, sin información ni consulta, que recuerda mucho el comportamiento de Donald Trump».

Utilizando un lenguaje directo, brutal, alejadísimo del lenguaje diplomático convencional, Le Drian resume varios problemas de fondo con una franqueza inusual entre los aliados trasatlánticos.

Comparar a Biden con Trump

Le Drian expone con precisión clínica las reservas de Francia hacia los EE. UU.. Joe Biden se comporta hacia los aliados europeos con la misma ligereza e indiferencia que lo hacía Donald Trump: tomando decisiones unilaterales sin información, sin consulta, consumando sucesivas traiciones.

Denunciando la complicidad de los EE. UU. con la traición de Australia, el ministro francés de Asuntos Exteriores insiste en la destrucción del pilar esencial de cualquier relación diplomática o comercial: la confianza. Australia había firmado con Francia el 2016 el «contrato del siglo»: comprometiéndose a comprar submarinos convencionales, por un montante de 56.000 millones de euros. Durante cuatro años, Australia cumplió paso a paso los principios de acuerdo original, confirmado a Emmanuel Macron, en varias ocasiones, entre el 2017 y 2019. De manera brutal, sin información previa de ningún tipo, según el gobierno francés, Australia rompe su acuerdo con Francia, en beneficio de los EE. UU. y su gran industria naval, en aparente cooperación con la industria del Reino Unido.

Florence Parly, ministra francesa de la Defensa, ha comentado la traición australiana desde la óptica de las relaciones trasatlánticas, declarando: «En materia de geopolítica y diplomacia, se trata de una decisión muy grave. Debemos ser lúcidos sobre el comportamiento de los EE. UU. con sus aliados».

«Puñalada por la espalda», «traición» y «decisión grave» que agravará un largo rosario de reservas y distanciamientos, que vienen de lejos y agravan la crisis de la Alianza Atlántica, que Emmanuel Macron resumió de este modo, hace dos años: «Estamos al borde de un precipicio. La OTAN está al borde de la muerte cerebral».

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Fuente: ABC