Estos son los pacientes de Covid-19 que se benefician del plasma convaleciente

Los resultados del ensayo clínico ConPlas-19, coordinado por el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de Madrid y financiado por el Instituto de Salud Carlos III, y publicados ahora en «Journal of Clinical Investigation», parecen despejar una duda sobre el uso del plasma hiperinmune (plasma convaleciente) para el tratamiento de pacientes hospitalizados por Covid-19.

«El tratamiento es eficaz a la hora de evitar que algunos pacientes hospitalizados por Covid-19 progresen a formas más graves a 28 días, pero únicamente en algunos casos», explica a ABC Salud Rafael Duarte, coordinador del ensayo realizado en 350 pacientes de 27 hospitales de toda España.

Los resultados publicados con esta alternativa para tratar a los pacientes con Covid-19 han sido

dispares. El único estudio que demostró el potencial de este tratamiento fue el publicado en NEJM y realizado en Argentina en pacientes de más de 75 años con más de tres días de síntomas y no ingresados.

El problema, reconoce este experto, es que los ensayos clínicos han sido muy poco «homogéneos», ya que han incluido a pacientes en diferentes fases de la enfermedad. Incluso, en algunos países como EE.UU. se ha utilizado como tratamiento fuera de un ensayo clínico.

Nuestro estudio, que ha analizado el papel del plasma en un subgrupo determinado de pacientes, «nos dice que hay un grupo de pacientes con Covid-19 en los que sí es beneficioso». A saber, pacientes ingresados por Covid-19 con menos de 7 días de síntomas, pero sin necesitar oxígeno de alto flujo ni ingreso en UCI. Es decir, en las primera fases.

Este aspecto es relevante, destaca Duarte, porque la mayoría de los estudios que han desaconsejado el uso de este terapia en pacientes Covid-19 se han llevado a cabo en pacientes en fases más avanzadas y graves, como el Recovery, llevado a cabo en Gran Bretaña.

Explica este hematólogo del hospital Puerta de Hierro de Madrid que es sabido que la primeras fases del Covid-19 es cuando se genera la mayor respuesta de anticuerpos, mientras que pasados unos días se produce la respuesta inflamatoria y las complicaciones.

«Ello hace que la terapia con plasma tenga su ventana en esos primeros momentos; de ahí los resultados negativos de los ensayos que han tratado a pacientes en fases más tardías, situación en la que hay que tratar la inflamación, y menos el virus».

En este trabajo se ha visto que los pacientes no progresan a formas graves de la enfermedad, apenas un 8% de ellos frente al 17% que no recibió esta pauta.

«Nosotros hemos recogido plasma a nivel local, lo que supone una ventaja porque los infectados recuperados se han infectado con las mismas variantes que hay en la comunidad, algo muy importante ahora con la llegada de las nuevas variantes».

Otro dato muy interesante que arroja el estudio publicado en «JCI» es que el efecto del plasma era más fuerte en los «pacientes mayores de 75 años, que tiene una mayor dificultad para generar una respuesta inmune».

También, continúa, «hemos visto un mayor efecto en los pacientes que no tenían anticuerpos propios, un dato especialmente interesante para los pacientes inmunodeprimidos ya que el plasma puede tener un gran papel en aquellos que se puedan infectar».

Producir el plasma y conservarlo está al alcance de los centros de transfusión.

Pero, ante la llegada de nuevas variantes, Duarte señala que hay que determinar si haría falta nuevos donantes. «Es algo que debemos determinar ahora con la variante Delta. De momento, no podemos dar la respuesta con los ensayos que tenemos. Tiene todo el sentido, pero no tenemos la prueba científica».

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Fuente: ABC