Pese a que los indicadores económicos (como el empleo en la construcción, el nivel de consumo en supermercados y demás) señalan la recuperación neuquina tras los años de pandemia, hay postales que muestran la forma en que repercuten los descalabros económicos del gobierno nacional, con sus escaladas inflacionarias y las consecuentes dificultades para ganarse el manguito.
El circuito del empleo informal es uno de ellos, y tiene en la venta callejera a una de sus expresiones más visibles. Sus cultores tienen defensores y detractores. Es que así como trabajan para ganarse el sustento y tienen precios más accesibles para los devaluados bolsillos (que no saben de dólares pero que padecen sus disparadas), también son considerados una competencia desleal por buena parte de los comerciantes.
En fin, el hecho es que la asociación que nuclea a empresarios y comerciantes de la ciudad de Neuquén (Acipan) distribuyó un informe de elaboración propia, según el cual “la cantidad promedio de puestos callejeros creció, en el segundo trimestre de 2022, un 10,8%” respecto del mismo periodo de 2021. Aún así no ha alcanzado los niveles de 2019.
“Desde inicios de 2021 la cantidad de puestos callejeros ha venido creciendo”, dijeron desde Acipan y destacaron que la gran mayoría se ubica en los tramos céntricos de las calles Sarmiento, Mitre, Perito Moreno y Alcorta.
Los desaciertos de Alberto Fernández en materia de políticas económicas y el estrés que genera cada reposición de productos, llevó a los comerciantes de todo el país a una situación decididamente compleja, y empujó a las calles a quienes no tienen otra forma de asegurarse los ingresos diarios para satisfacer sus necesidades, también en Neuquén.
