El testaferro de Maduro afirma que no negociará con la Fiscalía de EE.UU. porque lo considera una «traición»

Consciente de la información que lleva consigo a EE.UU., Alex Saab, el testaferro de Maduro, ya ha dicho, abiertamente que no contempla traicionar al régimen que le ha hecho millonario. En una carta hecha pública por su equipo legal, Saab afirma: «Jamás traicionaré a la República Bolivariana, al presidente Maduro y al valiente pueblo de Venezuela… espero estar de vuelta en Venezuela a tiempo para apoyar al presidente Nicolás Maduro… en las próximas elecciones de alcaldes y gobernadores en noviembre».

«Utilizar la ley con fines políticos para que tenga éxito requiere que los jueces que lo lleven a cabo tengan algún talento inherente que, por desgracia, parece estar ausente en los numerosos jueces de Cabo Verde que se han sentado

a juzgarme en los últimos 15 meses», añade Saab.

Lo cierto es que Saab se enfrenta a una pena máxima de 160 años en EE.UU., 20 años por cada delito que se le imputa en la causa por la que se solicita su extradición. Y un acuerdo de la Fiscalía podría abrirle la puerta a una reducción, a cambio de detalles sobre los negocios mundiales de Maduro y su entorno.

Esfuerzos para frenar la extradición

No son pocos los esfuerzos del régimen chavista por salvar de la extradición y juicio en EE.UU. a este empresario con abultadas cuentas en paraísos fiscales. La movilización de socios y de recursos demuestra el valor real que ese empresario tiene en Caracas.

En varias reuniones mantenidas con políticos y periodistas españoles, el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, ha calificado esta causa como «política». El exjuez Baltasar Garzón, inhabilitado por prevaricación, ha defendido a Saab como abogado.

En EE.UU., un grupo llamado Alianza por la Justicia Global lanzó una campaña respaldada por Noam Chomsky y otros intelectuales de izquierda afines, en la que denuncia que Saab «fue secuestrado, detenido y torturado bajo órdenes de la Administración Trump». «Pedimos al presidente Biden que retire la demanda de extradición de Alex Saab a EE.UU.», dijeron en una carta abierta a Biden, que este ha finalmente ignorado.

Pero no es sólo EE.UU. quien requiere a Saab. Tras el arresto, la Fiscalía colombiana también anunció cargos contra el empresario por lo que describió como «actividades irregulares vinculadas a los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito, exportaciones e importaciones ficticias y estafa agravada».

Posteriormente, la Policía colombiana registró y se incautó de varias casas y apartamentos de Saab en la localidad de Barranquilla, incluida una lujosa mansión de 3.740 metros cuadrados, con un valor total estimado de 10 millones de dólares. Saab tiene doble nacionalidad, venezolana y colombiana.

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Fuente: ABC