El PP pide al Gobierno que los afectados por linfedema tras un cáncer puedan tener derecho a una incapacidad

Afecta a entre 140 y 250 millones de personas en todo el mundo, pero aún así, el linfedema sigue siendo a día de hoy un gran desconocido. Esta patología consiste en un aumento de volumen de ciertas zonas del cuerpo por una obstrucción en el sistema linfático y es una de las consecuencias crónicas derivadas de tratamientos contra el cáncer, que, si bien con los años va consiguiendo una mayor tasa de supervivencia, deja graves secuelas como esta.

Dado el trastorno que supone esta patología, el Partido Popular ha pedido este martes al Gobierno una especial atención a los pacientes que lo sufren y que incluso puedan tener derecho a una incapacidad. Así lo solicitan en una Proposición No de Ley que el grupo popular registró a principios de 2020 y que se vota en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

En ella, los populares instan al Ejecutivo a «adoptar todas las medidas pertinentes para que a los enfermos de cáncer que padecen como secuela de la enfermedad un linfedema se les dispense una protección especial en el ámbito emocional, psicológico, físico, económico y social». En este sentido, solicitan que la Seguridad Social valore con especial sensibilidad a estos pacientes para que, en el caso de considerarlo oportuno, «se les conceda una situación de incapacidad acorde con su grado de afectación funcional».

Los más habituales: en brazo, torax o mama

Los linfedemas más conocidos son los de brazo, tórax o mama después del tratamiento del cáncer de mama; o los linfedemas en las piernas después de haber extirpado o irradiado los ganglios de la ingle o del abdomen por causas como el cáncer colorrectal, el de próstata o el de útero. Sin embargo, también se da en otras zonas del cuerpo como la cara y el cuello como consecuencia de tratamientos de faringe, garganta, lengua…

Más allá del problema estético que supone, el linfedema empeora considerablemente la calidad de vida de los pacientes y les afecta a nivel emocional, psicológico, físico, económico y social y por ello que desde el grupo popular piden cubrir todos estos niveles. Algunos de los pacientes que superan un cáncer reconocen el desconocimiento sobre las posteriores secuelas como esta y el dinero que supone seguir un tratamiento a través de fisioterapia y otras modalidades que, o no cubre la Seguridad Social, o lo hace de forma parcial o en fechas muy espaciadas que no hacen sino empeorar la situación de estas personas.

En muchas ocasiones, reza la PNL, las personas que padecen linfedema se ven impedidas para realizar las actividades de la vida diaria: no pueden coger peso, realizar movimientos repetitivos, mantenerse en la misma postura durante demasiado tiempo o realizar determinados esfuerzos físicos. Esto lleva a muchas personas a cogerse una baja laboral por incapacidad temporal, por lo que, después de un tiempo tienen «que volver a su puesto de trabajo, lo que agrava las secuelas de su enfermedad, teniendo que volver a recurrir a la baja laboral y haciendo esta situación insostenible tanto a nivel físico como psicológico».

Muchos, incluso, recurren a los tribunales para poder obtener la baja permanente o absoluta, un trámite que quieren evitar los populares con esta medida. «La Seguridad Social es el principal sistema de protección social del Estado. Tiene por objetivo garantizar unas prestaciones sociales concretas e individualizadas para hacer frente a determinadas contingencias que puedan situar a una persona, y a quienes dependan de ella, en situación de necesidad y especial vulnerabilidad».

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Fuente: ABC