El candidato de EE.UU. se queda solo en el voto para presidir el BID

Mauricio Claver-Carone, máximo asesor para Iberoamérica de Donald Trump en la Casa Blanca, ha quedado como único candidato para presidir el mayor banco de inversiones del continente americano, del que España es miembro. De ser elegido, como parece que sucederá, Claver-Carone será el primer presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) nacido en Estados Unidos, aunque es de familia cubana y española. La votación para sustituir al colombiano Luís Alberto Moreno tiene lugar este fin de semana y, por la pandemia se celebra por internet. Si el debate previo no se alarga, habrá una decisión este sábado.

El viernes, a última hora, Japón, que es socio inversor, se sumó a la lista de países que han propuesto formalmente a Claver-Carone para ser presidente, junto con EE.UU., El Salvador, Guyana, Haití, Israel y Paraguay. Según dijo el ministerio de Finanzas de Japón en un comunicado, «este es un momento crucial para que el BID responda a la crisis relacionada con la pandemia del Covid-19 y para evitar una ausencia de liderazgo». Japón es el mayor accionista internacional del banco, aparte de los del continente americano, ya que tiene un 5% de participaciones, el doble de todos los países europeos combinados.

Hasta hace unos días, el Gobierno de Argentina había intentado boicotear la elección de Claver-Carone, planteando la posibilidad de un candidato alternativo o posponiendo el voto hasta después de las elecciones presidenciales de EE.UU., que serán el 3 de noviembre. Esos intentos fracasaron. La única candidata alternativa, la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, se retiró el 3 de septiembre. Finalmente Argentina rehusó presentar a su propio elegido, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y anunció la noche del jueves que se abstendrá, invitando al resto de países a hacer lo mismo.

Ofensiva diplomática

Argentina y sus socios también amagaron con negarle a Claver-Carone el quórum del 75% necesario para que su elección sea válida. De momento, la principal razón que ellos han esgrimido públicamente para oponerse a Claver-Carone es que haya nacido en EE.UU. La Casa Rosada describió como «inconveniencia para América Latina y el Caribe» el «vulnerar una tradición de gobernanza regional de una institución que se ha mantenido durante sus 60 años de existencia como un ámbito plural, al servicio del interés de los latinoamericanos y caribeños y sin convertirse en una herramienta de intervencionismo diplomático de naturaleza alguna».

El presidente argentino, Alberto Fernández, llegó a cuestionar la decisión de Trump de proponer a Claver-Carone y llegó a armar una gran ofensiva diplomática para abortarla. En un punto llegó a lograr el apoyo más o menos explícito de Andrés Manuel López Obrador, y del alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, que llegó a proponer por carta un aplazamiento.

Esos recelos proceden del hecho de que Claver-Carone, que ya fue representante de EE.UU. en el Fondo Monetario Internacional, haya sido artífice de las principales políticas de la Casa Blanca hacia Iberoamérica en el primer mandato de Trump, incluida la campaña de máxima presión tanto para con Cuba como para con Venezuela. Cuba no es miembro del BID, y el año pasado el banco reconoció al enviado de Juan Guaidó como representante legítimo de Venezuela, desterrando a los emisarios del régimen de Nicolás Maduro.

Claver-Carone se ha comprometido a estar en la dirección del BID un solo mandato de cinco años, en el que se centrará, según ha dicho en conversaciones con este diario, en afianzar la economía iberoamericana durante la pandemia y en aprobar medidas de buena gobernanza y transparencia interna.

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Fuente: ABC