El asesinato de Romina a manos de su padre conmociona a Irán

El asesinato de Romina Ashrafi a manos de su padre conmocionó a la opinión pública de Irán y obligó a reaccionar al presidente, Hasán Rohani, ante los denominados «crímenes de honor». La joven de 13 años huyó de su casa en la provincia de Gilan, al norte del país, con su pareja, Bahamn Khavari, de 35 años. La familia de Romina no aceptaba la relación, los jóvenes escaparon, pero la Policía les detuvo a los pocos días y ella fue devuelta a la custodia paterna, pese a que advirtió a las fuerzas de seguridad de que su vida corría peligro, según recogieron los medios iraníes. Sus temores se hicieron realidad y una vez en casa, mientras dormía, su padre le decapitó con una hoz y después se entregó en la comisaría más próxima donde confesó lo sucedido.

El crimen fue portada en los periódicos nacionales y se convirtió en uno de los temas más comentados de las redes con el hashtag #Romina_Ashrafi. El mismo día en el que la república islámica celebró la primera sesión del nuevo parlamento, Rohani instó a su gabinete a acelerar leyes más severas contra este tipo de asesinatos y presionó para que se apruebe rápidamente la legislación pertinente, que se discute desde hace años. Con la legislación actual en la mano, al padre de Romina le juzgará un tribunal especial y le puede imponer una pena de hasta diez años de prisión como máximo, pero no la pena capital que le podría acarrear un asesinato similar si no fuera su hija.

Shahnaz Sajjadi, asesora presidencial para temas de derechos humanos, declaró al portal khabaronline.ir que «debemos revisar la idea de que el hogar es un lugar seguro para niñas y mujeres». Shahindokht Molaverdi, exvicepresidenta y actual responsable de la Asociación de Protección de los Derechos de las Mujeres, escribió en su cuenta de twitter que «Romina no es la primera, ni será la última víctima de los crímenes de honor».

Aunque no hay una estadística oficial, ni se trata de asesinatos que suelan salir a la luz pública, este tipo de crímenes se siguen produciendo sobre todo en las zonas más rurales, donde la tradición tiene un peso enorme. En estos lugares también se mantienen costumbres como la de casar a las niñas antes de los 14 años y, según datos recogidos por la web Entekhab, en la república islámica se registra una media de medio millón de matrimonios de este tipo. El código civil fija en 13 la edad mínima para que una niña se pueda casar y 15, un niño, pero si hay consentimiento familiar pueden rebajarse estas edades.

Fuente: ABC