Dos niños, obligados a volar junto al cadáver de su madre durante ocho horas

Helen Rhodes, de nacionalidad británica, se quedó dormida para no despertar más a la vuelta de un viaje familiar a Hong Kong

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Helen Rhodes y su familia habían decidido aprovechar las restricciones de viaje que impuso la pandemia para ahorrar. Los viajes que no habían hecho durante los últimos dos años se los cobrarían en una visita familiar a Hong Kong. Helen y su marido habían visitado ese destino hacía 15 años y deseaban mostrárselo ahora a sus dos hijos, un proyecto que requería el ahorro previo de dos veranos. Ya de regreso a Reino Unido, el vuelo de vuelta ha devenido en inexplicable tragedia. Helen, de 46 años de edad y sin patologías previas conocidas, murió en su asiento del avión poco después de despegar. Quedó dormida para no despertar más y su marido y sus dos hijos hubieron de permanecer sentados junto a su cadáver, al igual que el resto de los pasajeros del vuelo CX289 de Cathay Pacific, durante las ocho horas restantes hasta la escala en el aeropuerto alemán de Frankfurt.

Los dos niños Nathan y Emma, querían despertar a su madre para que por fin les facilitase el acceso a las videoconsolas, cuyo uso tienen limitado y que pueden disfrutar más relajadamente durante los vuelos de larga distancia. Su marido, Simon, insistió durante al menos dos horas en que dejasen descansar a su madre hasta que, preocupado por la duración inusual de la siesta, se propuso despertarla. Resultó imposible. Los asistentes de vuelo certificaron la ausencia de pulso y, en medio del océano, el piloto consideró que lo más oportuno era continuar volando lasta la prevista escala en Alemania.

Según ha publicado el diario alemán Bild, al trauma de la pérdida repentina e inexplicable se sumó el trato recibido por las autoridades, que exigieron que el cuerpo permaneciese en Frankfurt para que le fuese practicada la autopsia mientras que Simon y los niños tuvieron que continuar vuelo a Gran Bretaña. A la espera del resultado oficial de esa autopsia, en el certificado de defunción se señala una «causa inexplicable de muerte». Una amiga de la familia, Jayne Jeje, ha creado una página de donación en la plataforma GoFundMe, para ayudar a la familia. «Helen era única, una piedra preciosa. Era comadrona y siempre estaba dispuesta a ayudar a la gente o a dar buenos consejos. Le encantaba hablar y rápidamente hizo nuevos amigos», ha descrito a la fallecida. «Después de unas horas de vuelo, Helen de repente no respondió. Todo sucedió frente a sus hijos. Helen estaba acostada en su asiento y ya no respiraba… todo fue extremadamente traumático para toda la familia«, añade.

Fuente: ABC