Donald Trump no da abasto con sus frentes judiciales y acusa a la Justicia de «caza de brujas»

Sobre el expresidente convergen cuatro casos (incluyendo el registro del FBI a su mansión) que refuerzan su alegato de que sufre una persecución política

Donald Trump está acostumbrado a hablar con sus abogados más que con sus parejas. Como tiburón de los negocios -en el ladrillo, los casinos o el entretenimiento- vivía a golpe de embrollo legal, intercambio de demandas y arreglo de indemnizaciones. En la Casa Blanca, sobrevivió a la investigación de la trama rusa, a dos 'impeachments' o juicios políticos en el Congreso y, por ahora, a las demandas por acceder a sus declaraciones de impuestos, entre otras batallas. Esta semana es la mejor demostración de que, como expresidente -y, sobre todo, como posible candidato a la presidencia en 2024-, el asedio sigue en pie. A Trump se le acumulan cuatro investigaciones, de índole penal y civil, de carácter federal y estatal, además de un peligro cada vez mayor de que sus declaraciones fiscales se conozcan al detalle (y sufra el bochorno ante sus seguidores, la mayoría de clase trabajadora, de que apenas paga impuestos).

Al registro del FBI de su mansión de este lunes se sumó ayer un interrogatorio en la oficina de la fiscal general de Nueva York. No son casos relacionados: este último es por una investigación civil por fraude de su compañía, Trump Organization, por inflar el valor de algunos de sus activos. La operación en Mar-a-Lago, el club privado y residencia que posee en Palm Beach (Florida) está relacionada con la retención de documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca y la posible vulneración de la Ley de Documentos Presidenciales, que exige la entrega de todos los materiales e información relativa al ejercicio de las funciones de presidente.

Pero ocurren también en la misma semana en la que el FBI confiscó el teléfono de un diputado republicano muy cercano a Trump, Scott Perry. Todo apunta a que está relacionado con la investigación de los esfuerzos de Trump y sus aliados por dar la vuelta al resultado de las elecciones presidenciales de 2020 -donde fue derrotado por Joe Biden- y de los sucesos violentos del 6 de enero del año pasado, en el que una turba de 'trumpistas' asaltó el Capitolio para evitar la certificación del candidato demócrata como presidente.

Noticia Relacionada

El FBI se llevó doce cajas con documentos que estaban en el sótano de Trump

Javier Ansorena

Todavía no se conoce el contenido y si hay información clasificada en ellas

Largas peleas legales

También se ha conocido esta semana que un tribunal federal ha dado la razón a un comité de la Cámara de Representantes -liderado por demócratas- que exige a Hacienda la entrega de las declaraciones fiscales de Trump. Es una pelea legal que se alarga durante años y que podría quedar ahora, tras la apelación del expresidente, en manos del Tribunal Supremo.

La convergencia de investigaciones puede servir a Trump para cimentar la idea entre los votantes estadounidenses de que sufre una «persecución política», como no tardaron en denunciar él y sus aliados republicanos en cuanto hubo noticia del registro de su residencia. Trump defiende la idea de que los demócratas lo ven como una «amenaza» para las presidenciales de 2024 -todavía deshoja la margarita para su candidatura, pero si lo hiciera obtendría el respaldo mayoritario de los republicanos- y que responden con la «utilización política» del Departamento de Justicia.

El expresidente no estuvo en Mar-a-Lago durante el registro, en el que los agentes del FBI se llevaron una docena de cajas con materiales y documentos, bajo la sospecha de que no hubiera devuelto material clasificado sensible para la seguridad nacional. Está por ver qué repercusión legal tiene para Trump lo que confiscaron.

Pero sí que acudió en persona a la oficina de la fiscal general de Nueva York, Laetitia James, en un rascacielos del distrito financiero de Wall Street, en el sur de Manhattan. Trump se personó después de meses de esfuerzos para evitar la citación, hasta que la decisión de un juez dio la razón a James sobre su requerimiento. Lo hizo, sin embargo, para negarse a declarar. En el interrogatorio, decidió invocar la Quinta Enmienda de la Constitución, que permite a los investigados guardar silencio para no autoincriminarse.

La Quinta Enmienda

Trump ha alardeado en el pasado de haber participado en más de cien declaraciones de este tipo y ha criticado a quienes deciden permanecer en silencio. «Si eres inocente, ¿por qué invocas la Quinta Enmienda?». Ayer dijo que lo hizo porque él y su familia están sometidos a una «caza de brujas» y que «no tenía ninguna otra opción, porque la actual Administración y muchos fiscales de este país han traspasado todos los límites morales y éticos de la decencia».

El expresidente acusa al FBI de «sembrar pruebas» en el registro

Nadie sabe con exactitud qué buscaban y qué se llevaron los agentes del FBI que registraron este lunes la mansión de Donald Trump en Florida. Ni el Departamento de Justicia ha dado explicaciones -como exigen los republicanos-, ni el propio expresidente ha desvelado el contenido de la autorización judicial, donde podría haber muchos detalles.

Trump ha preferido endurecer sus ataques contra el registro y utilizarlo como una forma de ponerse la venda antes que la herida. En un mensaje en su red social Truth Social, aseguró que los agentes no permitieron a sus abogados estar presentes mientras registraban su residencia y especuló con la posibilidad de que colocaran pruebas para incriminarle. «Querían estar solos, sin testigos que vieran qué hacían, decían o, espero que no, 'sembraban'», escribió el expresidente en una estrategia para minar la credibilidad de cualquier hallazgo que pueda ir en su contra.

A la misma hora que había sido citado, Trump compartió una serie de vídeos en los que recopilaba declaraciones de James durante su campaña electoral a fiscal general para demostrar que guarda una motivación política contra él. En ellos, James dice cosas como «nunca tendré miedo de desafiar a este presidente ilegítimo (en referencia a Trump)», «vamos a ser un dolor de huevos para él» o «tenemos que asegurarnos que el hombre que ocupa en la actualidad el Despacho Oval rinde cuentas por todo lo que ha hecho».

«Con el consejo de mi asesor legal y por todas esas razones, he declinado responder a preguntas bajo los derechos y privilegios que la Constitución de EE.UU. otorga a todos los ciudadanos», añadió.

La principal ventaja para Trump al guardar silencio es, además de obstaculizar la investigación, evitar un problema mayor derivado de su testificación, que es bajo juramento. Si las autoridades comprueban que miente en sus declaraciones, le pueden procesar por perjurio.

Dos de los hijos de Trump, Ivanka y Donald Jr., que también participan de la compañía, sí se sometieron al interrogatorio de los fiscales durante los últimos días.

Fuente: ABC