China anuncia sanciones a Lockheed Martin por su venta de armas a Taiwán

Horas después de que Estados Unidos denunciara por «ilegal» la expansión de Pekín por el Mar del Sur de China y el «acoso» a sus vecinos en sus disputas territoriales, el régimen del Partido Comunista anuncia sanciones contra su mayor empresa armamentística: Lockheed Martin. Por su reciente contrato de 620 millones de dólares (545 millones de euros) para mejorar los misiles defensivos Patriot de Taiwán, la isla reclamada por Pekín, las autoridades chinas le impondrán unas sanciones que todavía no se han especificado, según informa la agencia Reuters.

«Para salvaguardar los intereses del país, China ha decidido tomar los pasos necesarios y aplicar sanciones al principal proveedor de esta venta, Lockheed Martin», avanzó este martes un portavoz de Exteriores, Zhao Lijian, en su comparecencia diaria ante la Prensa. Pero no dio detalles sobre dichas sanciones ni cómo afectarán a la firma estadounidense, que también tiene negocios en el sector aeronáutico y espacial, boyante en China. Al igual que en anteriores ocasiones, los que sí hizo Zhao fue instar a Washington a no seguir vendiéndole armas a Taiwán para «evitar que se dañen más las relaciones entre China y EE.UU. y la paz y estabilidad en el Estrecho (de Formosa)». En el pasado, Pekín también ha anunciado similares, pero parecen más simbólicas que reales.

Como la mayoría de los países en el mundo, EE.UU. cambió en los años 70 sus lazos diplomáticos con Taiwán por China continental por su auge en la comunidad internacional. Pero es uno de los principales suministradores de armas de la isla y, por ley, está obligado a defenderla en caso de que el régimen de Pekín la ataque para anexionársela.

En su portal de internet, Lockheed Martin se enorgullece de que Taiwán «ha defendido sus cielos durante los últimos 30 años» con sus aviones, «empezando por los cazas F-104 y continuando hoy con el F-16 A/B MLU Block 20 Fighting Falcon». Además de aviones, le ha proporcionado fragatas, radares y otro tipo de material militar. Pero su relación no se ha limitado a las ventas de armas, ya que fue el primer contratista de Defensa en establecer un acuerdo de colaboración industrial con Taiwán para suministrarle nuevas tecnologías y su experiencia.

Debido al embargo de armas que pesa sobre China desde la matanza de Tiananmen en 1989, ninguna empresa occidental puede suministrarle material militar. De todas maneras, al autoritario régimen de Pekín tampoco le hace falta porque ha construido su propia industria de defensa y es ya uno de los mayores fabricantes de armamento del mundo.

A la espera de conocer más detalles sobre estas sanciones y las impuestas el lunes a los políticos de Estados Unidos que denuncian la represión en la región musulmana de Xinjiang, como los senadores Marco Rubio y Ted Cruz, esta decisión abre un nuevo frente en la «Nueva Guerra Fría» entre Pekín y Washington.

Fuente: ABC