Desde hoy viernes, la república rusa de Chechenia prohíbe el trasiego de personas y vehículos entre las ocho de la tarde y las ocho de la mañana. En esas horas toda la población deberá permanecer en sus casas y no podrá salir ni a la farmacia. Así lo ha ordenado el presidente de la república, Ramzán Kadírov, polémico por sus métodos autoritarios y muy expeditivos. Según sus palabras, el toque de queda «es un paso forzado más para combatir el coronavirus (…) tenemos que romper la cadena de contagios». «No se puede vencer al coronavirus con medidas a medias», sostiene.
Con anterioridad, Kadírov anunció el cierre total de Chechenia, tanto para entrar como para salir, a partir de este domingo. y ha aconsejado a los chechenos que vivan en otras partes de Rusia o en el extranjero y que quieran regresar que lo hagan ya. En su cuenta de Instagram ha escrito que «a partir del 5 de abril, nadie podrá entrar en Chechenia». Ni tampoco salir los que se queden dentro.
Posible actuación arbitraria
El presidente del Parlamento local, Magomed Daúdov, ha advertido que quienes desobedezcan las órdenes de Kadírov serán detenidos y puestos ante la Justicia, pese a que no se han anunciado a qué castigos concretos se enfrentan los infractores. Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos temen que, ante esta falta de claridad, la actuación de las autoridades será arbitraria.
En los últimos días, han aparecido fotografías en las redes sociales de policías chechenos provistos de varas de plástico blancas para obligar a la población a observar el confinamiento domiciliario. Las autoridades municipales respondieron diciendo que eran ejercicios de entrenamiento que nada tienen que ver con ningún propósito represivo. Sin embargo, el propio Kadírov, según algunos medios rusos, reconoció haber dados órdenes de dispersar a palos a quienes violen el confinamiento.
Multas
En el conjunto de Rusia, según la ley recién aprobada en el Parlamento federal, infringir el régimen de cuarentena quienes se sospeche que pueden haber contraído el COVID-19 o hayan regresado al país desde el extranjero puede comportar elevadas multas e incluso penas de hasta siete años de cárcel, si contagian a más de una persona. Sin embargo, en lo que se refiere al confinamiento domiciliario obligatorio, las sanciones varían según la región de la que se trate. Algunas todavía no han decretado tal medida.
En Moscú, por ejemplo, según la disposición que acaba de aprobar su alcalde, Serguéi Sobianin, quienes violen el autoaislamiento por primera vez serán multados con 4.000 rublos (cerca de 50 euros) y, sin son reincidentes, la sanción será de 5.000 rublos (unos 60 euros). Sin embargo, en la ciudad de Ufá, capital de la república de Bashkiria, situada a medio camino entre Samara, a orillas del río Volga, y Cheliábinsk , en los montes Urales, a un ciudadano le han impuesto una multa de 15.000 rublos (180 euros) por saltarse el confinamiento.
En relación con la capital rusa, Sobianin ha renunciado por el momento a introducir un sistema de salvoconductos mediante códigos QR, como había anunciado en un principio. Según su opinión, «no va ser necesario por ahora recurrir a este tipo de pases, ya que los moscovitas están respetando mayoritariamente el régimen de asilamiento. Solamente, si se produjeran violaciones masivas o empeorase la situación epidemiológica, podríamos reconsiderar el asunto». Tras anunciar el presidente Vladímir Putin el jueves que los días no laborales con salario intacto y para personas no esenciales se extienden hasta el 30 de abril inclusive, el alcalde de Moscú ha decidido ampliar el confinamiento total hasta la misma fecha.
En las últimas 24 horas, se han registrado 601 nuevos casos de COVID-19 en todo el país, 170 menos que en los datos publicados el día anterior. Ahora el número total de infectados en Rusia se sitúa en 4.149 y el de fallecidos en 34. En Moscú se han registrado 448 nuevos casos de coronavirus, lo que deja el total en 2.923 infectados y 20 muertos.
