Atentado en México: un grupo armado detona dos bombas para liberar a presos

Aprovechando la madrugada, exactamente a las 4 de la mañana hora local, un grupo armado ha hecho explotar dos coches bomba y ha incendiado otro en el asalto a una cárcel de Tula de Allende en el estado mexicano de Hidalgo, al noroeste de Ciudad de México. El ataque, que se produjo en el Centro de Reinserción Social (Cereso), ha provocado la liberación de hasta nueve presos y ha dejado heridos a dos de los agentes que hicieron frente a los asaltantes. Los guardias han sido atendidos por médicos, ya que también se usaron armas de fuego.

El Ejército, la Guardia Nacional y la Policía se han desplegado para detener a los presos huidos. Se han unido así a los servicios de emergencia, la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo y la Agencia de Seguridad Estatal que ya se encontraban en la zona atendiendo la situación.

Mauricio Delmar, secretario de Seguridad Pública del Estado de Hidalgo, publicaba un comunicado dirigido a la población para que contribuyera a la investigación mediante denuncias anónimas.

Todo este operativo se ha llevado a cabo para arrestar a los causantes del atentado, que seguramente pertenecen a una banda delictiva. El plan que habían ideado buscaba liberar a uno de los presos encarcelados en esta prisión que ese mismo día tenía previsto abandonar momentáneamente las dependencias de la cárcel ya que comparecía en una audiencia ante un juzgado. Hasta un camión fue utilizado para adentrarse en la prisión atacada en la que otros ocho reos más aprovecharon la ocasión para huir del lugar en busca de la ansiada libertad.

La escena de este asalto de película podría haber ocasionado más víctimas, ya que la detonación de uno de los coches se produjo en las inmediaciones de un hospital regional. En medio del fragor de los tiroteos se detonó otro en las cercanías de la prisión y el otro vehículo fue incendiado en la colonia de El Llano.

La organización ‘Causa en Común’ ya denunció que las cárceles mexicanas podrían suponer una «bomba» dando lugar a enfrentamientos violentos agravados por la pandemia. Alertaron de la posibilidad de fugas por el problema de hacinamiento, la permisividad en el ingreso a familiares y la imposibilidad de hospitalizar a pacientes graves ante las precarias instalaciones carcelarias. ‘Reinserta’, una fundación no gubernamental, denuncia que el sistema penitenciario ha sido olvidado durante años y que a los presos no se les suministra mascarillas. Transmitía así su preocupación en el conteo de contagiados por el virus ante la opacidad de las cifras.

En el informe anual de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se detectaron diferentes carencias entre las prisiones de Hidalgo. Así señaló deficiencias en los servicios de salud, falta de la separación entre hombres y mujeres, hacinamiento y sobrepoblación. Unas dificultades que presentan el 32 % de las dependencias penitenciarias mexicanas.

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Fuente: ABC