Angela is back

Tras formalizar la entrada del Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial, el primer ministro Neville Chamberlain nombró a Winston Churchill como Primer Lord del Almirantazgo, el mismo puesto que había ocupado cuando la Primera Guerra Mundial estalló un cuarto de siglo antes. El retorno de Churchill fue comunicado a las unidades de la Royal Navy con un escueto pero elocuente «Winston is back». Algo parecido se podría decir de Angela Merkel, la más veterana entre los líderes políticos del viejo continente. Aunque enfila ya la recta final de su carrera política, la canciller de Alemania sigue ofreciendo grandes lecciones a sus vecinos: desde la gestión de la pandemia al resto planteado por nefarias potencias unidas a la hora de cuestionar el proyecto de integración europeo. La última demostración del liderazgo de Merkel, que incluye tomar decisiones no siempre populares, ha sido el ofrecimiento para aceptar un total de 2.750 refugiados atrapados en el vergonzoso limbo de Grecia. Los más conservadores de su partido, la CDU, todavía no le perdonan su decisión de mantener las fronteras alemanas abiertas durante lo peor de la emergencia de refugiados registrada entre 2015 y 2016. Una decisión polarizadora que permitió que la extrema derecha de Alternativa por Alemania lograse escaños en todos los 16 parlamentos regionales y también en el Bundestag. Esta vez el empeño de Merkel por defender la dignidad humana se plantea como un desafío para que el resto de los socios de la Unión Europea hagan su parte. Por lo menos para dar solución a los 8.000 adultos y 4.000 menores ahora sin techo tras el incendio del mayor campo de refugiados europeo en la isla griega de Lesbos. Volver a entreabrir las puertas de Alemania no ha sido fácil ya que Merkel ha tenido que empezar por convencer a su propio gobierno, a favor de una cómoda respuesta europea coordinada. «Angela is back» refleja la confianza renovada y la popularidad creciente con que Merkel afronta su último año como canciller de Alemania.
Fuente: ABC