Acuerdo entre EE.UU. y los talibanes permite una tregua en Afganistán

Un alto funcionario estadounidense ha anunciado en Múnich que Estados Unidos y los talibanes han alcanzado un acuerdo de tregua que entrará en vigencia «muy pronto» y podría conducir a la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. El anuncio se produce después de que el secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo y el secretario de Defensa Mark Esper hayan mantenido un aparte en el Bayerischerhof, donde se celebra la Conferencia de seguridad de Múnich, con el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani. Según lo pactado en esa reunión, han llegado a un acuerdo para una «reducción de la violencia» de siete días, una tregua que irá seguida por el inicio de las conversaciones de paz con todos los implicados en el conflicto afgano que tendrá lugar aproximadamente dentro de 10 días. El acuerdo, según ha informado el citado funcionario, es «muy específico» y cubre todo el país, incluidas las fuerzas afganas. Y ha sido cerrado después de que Esper haya afirmado que Afganistán requiere un «acuerdo político».

Previamente a la negociación de Múnich, cuando acudió el lunes al aeropuerto de la base aérea de Dover para recibir los cuerpos de los últimos soldados estadounidenses muertes en Afganistán, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría dado el visto bueno al acuerdo siempre que el movimiento integrista fundado por el mulá Mohamed Omar se comprometa a reducir la violencia en el país centroasiático durante un plazo de siete días y Pompeo habría estado adelantando contactos en conversaciones telefónicas. Cuando han llegado a Múnich, según un diplomático estadounidense, el acuerdo estaba ya cerrado al 95%, aunque no es sería la primera vez que se llega a un acuerdo que después naufraga, como ocurrió en septiembre del año pasado. Aunque no se han dado los detalles del acuerdo de Múnich, que habían sido negociados recientemente por el enviado especial estadounidense Zalmay Khalilzad y representantes del Talibán en Doha, Qatar, es muy probable que esté basado en aquel, cuyo único obstáculo era la negativa de los talibanes a sentarse a negociar con el gobierno afgano, al que consideran marioneta de Washington. En este punto, según Asper, se ha logrado un «paso notable». Khalilzad y el general Scott Miller, comandante de la fuerza internacional liderada por Estados Unidos en Afganistán, también han asistido a la reunión en Múnich.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha considerado imprescindible que el Gobierno afgano y los talibán se sienten a negociar porque las conversaciones internas se han convertido en el único factor capaz de garantizar una paz duradera en el país. La OTAN considera imprescindibles las conversaciones entre afganos para lograr la paz en Afganistán. «La única cosa que puede crear una paz duradera y llevar a la estabilidad en Afganistán es una negociación entre afganos», ha dicho, aplaudiendo los acercamientos entre los talibanes y EE.UU.. «Queda por ver si los talibán tienen ganas de cumplir lo que podría ser, ojalá, el primer paso hacia unas conversaciones entre los afganos», ha añadido no sin cierto escepticismo.

Actividad iraní

La tregua en la que están puestas ahora las esperanzas tiene lugar después de que se haya registrado un aumento en la actividad iraní en Afganistán, lo que representaba un riesgo para las tropas estadounidenses y de la coalición allí. El general de la Infantería de Marina Frank McKenzie, el principal comandante de Estados Unidos para el Medio Oriente, acaba de realizar una visita no anunciada a Afganistán y reconoció a los periodistas durante la visita que la zona está viendo una «tendencia preocupante» de interferencia iraní. «Irán siempre ha incursionado un poco en Afganistán, pero tal vez ven una oportunidad de perseguirnos a nosotros y a la coalición aquí a través de sus representantes». Las advertencias de McKenzie se producen solo semanas después de que Irán lanzase hasta dos docenas de misiles balísticos en dos bases en Irak donde están estacionadas las fuerzas estadounidenses. Nadie murió, pero varias docenas de soldados estadounidenses recibieron lesiones cerebrales traumáticas. El ataque fue en represalia por un ataque con un dron estadounidense en Irak que mató a Qassem Soleimani, un importante general de la Fuerza Quds iraní.

Irán siempre ha proporcionado dinero, apoyo y armas a las milicias chiítas en Afganistán. Los funcionarios afganos han expresado su preocupación de que Irán aún respalde y organice a los miembros de la milicia y que puedan representar una amenaza para las tropas, los residentes y el gobierno.