Abrams denuncia la política de Borrell: «Los venezolanos merecen elecciones libres»

El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela ha expresado este miércoles «preocupación sobre algunas de las cosas que llegan desde Bruselas», en referencia a la posibilidad de que el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, el español Josep Borrell, acepte enviar observadores a las elecciones legislativas organizadas por el régimen chavista, si este último acepta aplazarlas más allá de la fecha inicial de diciembre, como adelantó ABC.

«El aplazamiento no es suficiente. Las condiciones electorales deben cambiar», dijo el veterano diplomático Elliott Abrams en una conferencia en Washington con periodistas. «Me preocupa que haya un pacto en que la UE diga que tal vez enviará observadores a unas elecciones si se aplazan las de diciembre mediante un acuerdo. Si lo hace, se inclina claramente a asumir la observación de esas elecciones, y eso genera un peligro en el camino», añadió.

Según el embajador Abrams, esos peligros son los de mantener el compromiso de enviar observadores -y por tanto, se entiende, dar legitimidad- a unas elecciones mientras el régimen chavista incide en prácticas lesivas para los derechos humanos, como las detenciones arbitrarias y la tortura, comprobadas y denunciadas por abundantes observadores internacionales.

«Si Maduro sigue arrestando, negándose a excarcelaciones, no es probable que entonces [en la UE] digan que han cometido un error y ya no van a ser observadores en esas elecciones. No van a dar marcha atrás. Habrá una tendencia normal, humana, a minimizar o hacer la vista gorda ante todavía más abusos para poder mantener vivo ese acuerdo que habrán alcanzado», dijo Abrams a una pregunta de ABC.

Misión de observadores

Borrell ha convocado para este mismo jueves una reunión de ministros de Exteriores de los países del llamado «Grupo de Contacto» -Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Francia, Italia, Alemania, Holanda, España, Portugal, Suecia y el Reino Unido- en la que se propone tratar sobre las elecciones que el régimen de Maduro quiere convocar en diciembre. Su sucesora al frente del ministerio español de Asuntos Exteriores, Arancha González, ha declarado que «si hay espacio, por pequeño que sea, para que se celebren elecciones con condiciones democráticas España lo apoyará».

Fuentes oficiales europeas dijeron el martes al corresponsal de este diario en Bruselas que Borrell estudia apostar por el envío de una misión de observadores, algo que sería interpretado como el reconocimiento de las elecciones que quiere el régimen, aunque insisten en que ello «no prejuzgaría el dictamen que pudieran hacer de su desarrollo».

Exigir garantías

«Creo que la UE debería decir en la reunión del Grupo de Contacto, y en sus otras manifestaciones, que los plazos son sólo uno de los factores, y que es necesario que estas elecciones cumplan una serie de requisitos, una serie de condiciones que son las mismas para que haya unas elecciones en Europa. Las mismas condiciones para unas elecciones libres en Europa deberían aplicarse a unas elecciones en Venezuela. Los venezolanos merecen unas elecciones libres, las mismas que merecen los europeos», dijo Abrams.

El cambio de perspectiva en el seno de la UE llega después de las gestiones del opositor Henrique Capriles, apoyadas por el Gobierno de Turquía, para aceptar las elecciones a cambio de la puesta en libertad de 110 presos políticos. El gobierno interino alternativo al que reconoce el grueso de la comunidad internacional, comandado por Juan Guaidó, se niega a aceptar esas elecciones porque el régimen sigue controlando las instituciones y persiguiendo y censurando a la oposición. Abrams pidió a «quienes decidan participar en esas elecciones que pidan que cumplan los requisitos más básicos» para ser consideradas legítimas, que no se dan ahora.

El embajador también dijo que «nadie cree que [el régimen chavista] pudiera, incluso si lo quisieran, celebrar elecciones libres en diciembre. Necesitan 30.000 o 40.000 máquinas de votación. Necesitan importarlas de algún lugar. Cinco millones de venezolanos están fuera del país y millones son desplazados internos. La actualización del censo electoral es una tarea enorme que posiblemente no podría completarse en diciembre, incluso si realmente lo intentaran de buena voluntad».

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Fuente: ABC